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Monitoreando tus avances
Rubén Romero | 02-01-2016
en CANCHA
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El doctor David Nieman, del laboratorio de Desempeño Humano de la Universidad Appalachian State, en Carolina del Norte, realizó un estudio entre 24 corredores a los que sometió al esfuerzo necesario para llevarlos a agotar totalmente sus reservas de glucógeno para analizar sus procesos de recuperación.

El resultado del estudio fue bien claro: la recuperación de cada corredor fue diferente para cada uno. Algunos se recuperan más rápido que otros.

¿A qué se debe esa diferencia? A que algunas personas están mejor dotadas que otras genéticamente para las pruebas de resistencia.

Al revisar las biopsias de los corredores se encontró que si bien todos sufrieron algún daño muscular, hubo quienes agotaron sus reservas de glucógeno más rápidamente que otros y sufrieron más inflamación en sus tejidos musculares.

Como era de esperar, esos corredores tardaron más tiempo en recuperarse.

"Es probable que quienes agotan sus reservas de glucógeno más rápidamente no sean los más favorecidos por su genética para correr largas distancias", aseguró Nieman.

Este preámbulo viene al caso ante la que puede ser una iniciativa común para muchos corredores durante estos días: entrenar para correr un maratón en el 2016 o para romper algún récord personal.

¿Cuál es el mensaje aquí? Sencillo: lo ideal para lograr ese tipo de objetivos de Año Nuevo es prepararse con un buen programa de entrenamiento. Pero eso no es todo. El mejor programa de entrenamiento puede fallar si no se adapta de manera específica al perfil y las características de cada corredor.

Sería muy raro que un mismo programa de entrenamiento produjera los mismos resultados en dos corredores diferentes.

¿Cómo personalizar un programa de entrenamiento? Sencillo: poniendo especial atención a los procesos de recuperación. Poniendo especial atención a los síntomas del sobreentrenamiento y de manera muy particular al pulso en estado de reposo (PR).

El PR del corredor debiera tender a disminuir en la medida que su condición física mejora: bajar de 60 a 55 latidos por minuto es señal inequívoca de avance. Por el contrario: subir de 55 a 60 latidos por minuto en estado de reposo puede ser el aviso de un posible sobreentrenamiento. Conviene seguir estos parámetros.

Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.

 
 
kilometro42@prodigy.net.mx
 
rubenromero@elnorte.com
 
 
 
 
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Es pionero del periodismo en México en el tema del acondicionamiento físico. Es precursor del uso de la computadora para el manejo de resultados en carreras de ruta en México. Actualmente dirige un centro de aprendizaje computacional y se especializa en el área de telecomunicaciones.
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