Otro aviso

Carlos Bianchezi 'Careca'
en CANCHA


No me canso de admirar la belleza del Estadio BBVA, y cómo es magnificada con la presencia y el apoyo incondicional de los aficionados de Rayados.

Para que esta obra de arte sea considerada perfecta sólo le falta la firma de su artista: "El Buen Futbol".

Lo que presencié ayer no fue nada nuevo para mí, salvo la ausencia de la gran efectividad ofensiva. El Monterrey jugó como lo

venía haciendo en el torneo, pero en esta ocasión el resultado reveló lo que las victorias ocultan.

La intención de perpetuar un romance entre ganar y convencer tendrá que esperar. Mohamed seguirá buscando cómo arreglar un desequilibrio en su equipo que hasta ahora se ha mantenido oculto bajo las alas de los resultados.

En esta ocasión la contundencia ofensiva le dio la espalda al Monterrey y el rival falló poco; no se vieron en la cancha los 15 puntos de diferencia que aparecían en la tabla de posición.

Chivas volvió a ratificar la peculiaridad, para unos mediocre y para otros interesante, que tiene nuestro futbol; los últimos pueden jugar mejor y ganar y hasta golear a los primeros.

Con un Edwin Cardona sin la actitud de un crack y un Carlos Sánchez irreconocible, el Monterrey ni siquiera metió las manos, mejor dicho los pies, para tratar de evitar que les rompiera lo invicto en su nueva casa.

Señores, tomando en cuenta los excelentes resultados obtenidos hasta ahora se me dificultaba intentar escribir lo que a ustedes aficionados no les interesaba leer, pero esta derrota fue otro aviso.

Regresamos a la base. El futbol es un deporte colectivo que se juega con la pelota y sin ella.

El Monterrey ha jugado solamente con el esférico, pero a la hora de jugar sin él (que es el trabajo de recuperación) no hay el mismo compromiso colectivo.

Por esta razón los vemos impresionantes cuando atacan, porque lo hacen con muchas unidades, y sumamente vulnerables cuando intentan defenderse.

Las criticas recaen sobre la línea defensiva, en lo personal los veo más como víctimas que culpables.

Para atacar se suman Pabon, Cardona, Sánchez, Funes Mori, como agregados encontramos a Gargano y Efraín, que en este juego no pudo hacer nada más que ser bailado por el "Conejito" Brizuela, y Castillo, a quien le encanta subir en su motocicleta, mete mucho empeño y poco criterio.

El problema defensivo empieza cuando su ataque no termina las jugadas; ayer conté hasta cinco jugadores atrás de la línea de la pelota y hasta siete corriendo de encuentro a su propia portería.

Todavía le falta mucho orden a este equipo, no siempre habrá contundencia ofensiva, no siempre los adversarios los perdonarán y no siempre su portero aparecerá como salvavidas.

Monterrey estará en la Liguilla, pero, para mi gusto, esta forma de jugar es poco confiable.

 
 
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