Ante la posibilidad de entrar a una tormenta perfecta, el equipo de Ferretti reaccionó goleando a un Dorados de Sinaloa que, sólo hasta el minuto 5, se las hizo de pez.
Después de 34 días de no conocer la victoria en la Liga, reapareció en el Universitario el culto al pase corto. Las cinco anotaciones, sin excepción, tuvieron el mismo código postal: recital de triangulaciones al ras del
pasto con remates en solitario, todos dentro del área chica visitante.
Los dirigidos por el "Profe" Cruz, ante la impotencia de tener el balón y la matemática necesidad de la victoria fueron brutalmente orillados a simular el rol de 10 conos naranjas.
Tampoco podemos sacar del contexto que Dorados llegó con el mínimo de sin signos vitales al partido, que durante 60 minutos jugaron con un hombre de menos por apreciación arbitral desatinada sobre Severo Meza, que antes fue perdonado de la misma sanción Néstor Vidrio y que al "Profe" le hicieron añicos a sus canteranos marcadores de punta, Jesús Daniel García y Jesús Angulo.
En esa parte de la cancha, Javier Aquino contabilizó 47 pases totales, 39 acertados, nueve duelos ganados, un balón recuperado y dos remates a portería.
Además, Jurgen Damm tuvo 28 pases totales, 24 acertados, cinco duelos ganados, tres balones recuperados, dos remates a puerta, dos desviados y dos goles.
Por su parte, Israel Jiménez desde su lateral, aportó dos contundentes asistencias a gol.
Del tema de la "fatiga mental", ¿podríamos decir que el paciente será dado de alta, si éste impone su idea futbolística frente al América en la ida de la Final de la Concachampions y en la cancha de Santos el próximo sábado?
Del otro lado de la Ciudad, los Rayados siguen en un estado alto de ebullición. El equipo demostró en Tijuana que si la orden es cavar una trinchera, lo hacen sin recibir gol. Y cuando necesitaron hacerse del balón, igual cumplieron.
Durante todo el segundo tiempo, el Monterrey palomeó las tres condiciones esenciales de toda victoria: letales ante el portero rival, aplicados en defensa y paulatinamente dueños del balón.
Al ver a Pabon y al maestro Cardona desgastarse correteando adversarios, al "Turco" le podemos otorgar la prestigiada y rara presea del convencimiento.
Señores, éste equipo no se tiró sobre la cómoda almudada del ya clasificado. Ellos quieren récords, quieren más victorias, más goles, ellos quieren títulos, ellos quieren seguir en ebullición.
Si hoy terminara el torneo, Rayados enfrentaría a Tigres y América al Guadalajara. La Liguilla se avecina y anticipo que la diferencia entre los ocho invitados será mínima. ¿No cree usted?
PD. "La primera obligación de todo ser humano es ser feliz, la segunda es hacer feliz a los demás" Mario Moreno "Cantinflas".
Lo escrito, escrito está.
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