"Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas; no han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas".

 
Esta estrofa pertenece al comienzo del poema Avanti del argentino Pedrvo Bonifacio Palacios, conocido también como Almafuerte. La escribió en el siglo XIX. Podría muy bien estar en cualquier vestuario de futbol, o formar parte de un discurso del "Cholo" Simeone o de Claudio Ranieri, quienes están en lo más alto del reconocimiento mundial porque han logrado destronar a los "grandes".

Y, es que tanto el Leicester, campeón de la Premier a costa del Manchester United, Chelsea, Arsenal y Manchester City, como el Atlético de Madrid, que dejó en su camino de la Champions al Barcelona y al Bayern Múnich, basan su éxito en la unión de grupo y en el esfuerzo al límite.

"Tienes que extraer lo mejor del grupo que tienes. Aquí todos sienten que participan, así que jugar mal es sinónimo de traicionar a tus compañeros", cuenta el italiano en una entrevista con el Corriere dello Sport.

Y vaya que Ranieri sabe de conducir a equipos que llegan de la nada, como lo hizo con el Cagliari y la Fiorentina, a los que de las Divisiones Inferiores los llevó hasta la categoría principal. O al Valencia, a quien resucitó y lo llevó a Champions, o el mismo Mónaco que pudo pelearle al París Sant Germain el privilegio del campeonato de Francia. "Siempre les digo a mis jugadores que busquen el fuego en su interior. Una ocasión como esta (la de ganar la Premier) no la van a tener nunca más".

La fórmula tiene varios ingredientes. Uno de ellos es: el objetivo claro y cultivar la voluntad del jugador apuntando hacia él. Los entrenamientos, por ejemplo, son la base del aprendizaje de esa filosofía. "Cuando entrenan ellos ponen lo mismo que en un partido. No he tenido que llamar la atención a nadie por flojear", describe Ranieri.

Todo quedó reflejado en la excelente e inusitada campaña del Leicester. Un equipo férreo en defensa, rápido a la hora del contragolpe y dispuesto a dejar el alma en cada pelota.

Cruzando el Canal de la Mancha, el equipo de Simeone enarbola la misma bandera. Por eso multiplica sus potencialidades.

"Ser del Atlético es ser perseverante, competitivo y no dar por perdido y luchar contra las dificultades, aún sabiendo que los demás son mejores que nosotros", declaró el "Cholo" el día previo al partido en el que su equipo eliminó de la Champions al Barcelona de Messi, Neymar y Suárez.

Ejemplos como Leicester y Atlético de Madrid pueden ser denostados por su futbol resultadista, pero también alabados por los que creen que, al menos, en el futbol puede ser posible que los poderosos muerdan el polvo.

SI no, ¿dónde quedaría la ilusión de los aficionados?

 
 
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