Luis Álvarez

Rubén Romero
en CANCHA


Entre corredores urbanos se dice que "correr un maratón es como escalar tu propio Everest", al referirse a la importancia relativa de cada una de esas dos hazañas, aunque entre ambos logros hay gran diferencia.

Por cada cumbre que se alcanza en el Everest ocurren por lo menos cinco mil llegadas a la meta de algún maratón en el mundo.

Mientras que un corredor tiene una buena parte de

las variables de su prueba bajo un relativo control, para un montañista no es así, y eso hace una gran diferencia.

El corredor espera encontrar las marcas de los kilómetros cada mil metros, y los puestos de abasto donde le fueron ofrecidos. Sabe que contará con servicios médicos. Y cuando no es así, las fallas se denuncian y se reclaman.

El montañista no tiene a quien reclamar si se presenta una tormenta o un descenso drástico en la temperatura. Él lo sabe y ese es el reto que eligió.

Él sabe que depende totalmente de su entereza, de sus decisiones, de su fortaleza y de la confianza en si mismo. Sabe que equivocarse cuesta caro. Cuatro personas han perdido la vida en el Everest en este año.

Dentro de un relativo control, el corredor de maratón sabe que debe emplearse a fondo, sin escatimar esfuerzos para superar la fatiga y el dolor, si aspira a correr su primer maratón o a romper su récord personal. Tampoco es sencillo.

No hay duda de que el perfil de personalidad que requiere cada una de esas hazañas es diferente, como tampoco hay duda de que en ambos casos el gran reto es superar los propios límites. El superarse a sí mismo.

Por eso llaman la atención las hazañas de Luis Álvarez, un mexicano de 54 años que cumple al máximo nivel con esos dos perfiles: El del atleta de gran fondo y el del montañista. Algo que no ocurre con frecuencia.

Luis completó su proyecto de escalar los picos más altos de cada uno de los siete continentes del mundo al hacer cumbre el Everest el domingo pasado, después de haber completado 120 "Ironman's", que, como sabes, incluyen igual número de maratones cada uno. Se trata de un atleta fuera de serie.

 
 
 
rubenromero@reforma.com