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SAN CADILLA
San Cadilla | 13-09-2016
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Las familias
 
Si la dirigencia de La Pandilla del Cerro de La Silla no toma cartas en el asunto, se le puede salir de control el tema de los familiares de los jugadores.

Ya se vieron inmiscuidas las esposas de Edwin Cardona y de Carlito Sanche vía Twitter, y algo parecido sucedió con Walter Gargano.

Vía redes sociales se enfrascaron fuerte con aficionados, pues las esposas sintieron que "agredían" a sus indefensos mariditos y ellas salieron en su apoyo.

El sábado, minutos antes de que terminara el partido Pandilla-Xolos, mi "gallo" Alberth Elis tuvo el gol del triunfo, pero la voló y casi la saca del estadio.

La afición, cansada de tanta falla y de que el equipo no funcione, no anote y no gane, se desesperó y con toda la razón del mundo le gritó a los jugadores, manifestándoles así su descontento.

Sucede que el sábado un joven aficionado al Monterrey, tras esa falla, lanzó gritos al aire refiriéndose a los jugadores. No sé si dijo "pend...os" u otro insulto, algo por demás válido en una tribuna de futbol.

Fue un simple desahogo, una expresión de desapruebo y jamás un acto violento. Incluso, fue hacia el equipo y no hacia un solo jugador.

Tan pronto pitó el silbante la finalización del partido, comenzó el show. Resulta que al lado o atrás del aficionado estaba la familia de Cardona, a quien no le pareció que le reclamaran a los pobrecitos jugadores.

¿Qué sucedió?, pues que la señora madre del colombiano se le fue encima al aficionado, lo agarró de los cabellos y le metió dos que tres cachetadas guajoloteras, peor que las que le propinaba "Doña Florinda" a "Don Ramón".

Una, otra, otra, pobre del aficionado Sergio Treviño, el "Don Ramón Rayado", quien como hombrecito que es aguantó y jamás respondió a la violencia física que fue objeto de parte de Cardona's mother.

No le devolvió ningún manazo, y aguantó como lo hacía "Don Ramón" ante la amante del "Profesor Jirafales".

Síganle...

 
 
'Don Ramón'
 
Luego que "Don Ramón Treviño", como ahora se le conoce a Sergio tras recibir esas cachetadas, no respondió, parecía que se había calmado la cosa, pero no.

Acto siguiente, que se deja venir la esposa de Edwin, igual, tratando de agredir, mientras una de sus hijas lloraba al ver tamaño desmother, como cuando se pelean a botellazos en los quinceaños de barrio.

"¡Pum!", "¡Cuaaaz!", "¡Plooop!", había de todo, y cuando parecía que nuevamente se estaba calmando la cosa, que llega el tío de César Montes a querer meterse a los guamazos en contra de los jóvenes Rayados, quienes, insisto, nada malo hicieron.

"¡Vente, cul..., allá te veo afuera del estadio para partirte la madre!", le gritaba el tío de Montes al aficionado y a un amigo de él, como si estuvieran en un baile cholombiano de la Colonia Pueblo Nuevo, en Apodaca.

No, no, no, no, aquello era un pleito de vecindad de parte de los familiares de Cardona y Montes, hasta que llegó un familiar sensato: el padre de Jesús Zavala, el de más cordura y quien le explicó a Fuerza Civil que los chamacos no tenían la culpa.

Les cuento que el Club Monterrey está ya en plena averiguación de los hechos.

 
 
Sus conflictos
 
Edwin Cardona, por desgracia, se ha visto involucrado en algunos conflictos extra cancha, y esto recientemente.

No hace mucho, mientras su familia estaba en su país, Cardona invitó a sus amigos colombianos a una fiestecita a su casa en Sierra Alta, colonia de buen nivel del Sur de la Ciudad.

Para describirles el hecho, tengo que forzosamente decirlo: a sus compas colombianos te los encuentras en Juárez y Ruperto Martínez a las 11:30 de la noche y sí le corres. O sea, no lo tomen a mal, pero pues es la neta.

Total, entre cerveza y cerveza, salen de la casa (eran 4) y notan que una vecinita de unos 16-17 años iba llegando a su casa. Los colombianos la abordaron, le querían hacer una "atenta invitación" para que fuera a la borrachera y, ooobviamente, la niña se asustó, no sólo por verlos con cheves, sino al verlos a ellos (¡Maaadre mía, así estarán!).

Que para pronto sale el papá, y ya se imaginarán la que se armó. El señor, con toda la razón del mundo, trajo a la seguridad de la colonia y amenazó con demandar al jugador, más no supe si finalmente lo hizo.

Cardona trató de calmarlo, como si lo hecho por sus cuates hubiera sido algo chistoso. Pos no van a creer que Edwin trató de calmar al padre ofreciéndole dos boletos pa'l estadio.

¡De ese nivel! Creyó que iba a calmar a un vecino de Sierra Alta con dos boletos, como si fuera cualquier hijo de vecina.

Ahí en la colonia hay quienes ya desean que se cambie por distintas razones, pero ya estaría de más y sería muy reiterativo si pongo los porqués.

Síganle...

 
 
Arre, Arre...

Y el otro sucedió hace poco más de un mes.

Resulta que Edwin se presentó en una concesionaria para tratar de conseguir un vehículo de lujo.

A'i tienen que Edwin se presentó con su camioneta Porsche toda madr... y pidiendo, casi rogando, que le arreglaran esa y mientras le prestaran una igual para no levantar sospechas.

Cardona no quería que nadie se enterara, según mi Juditas Porschero. Su principal preocupación era que no supieran en el club. Eso argumentó en la misma agencia. Peeero también dijo que él no venía manejando al momento del accidente, que había sido un amigo suyo.

(No sé por qué en este momento me vino a la mente Luisito Pérez, no sé, no sé... como diría mi compa ElFerPa).

Un accidente lo puede tener cualquiera, ¿cuál sería la bronca de que haya chocado?

Pues sí la hay. Cuando revisaron el interior de la camioneta encontraron pruebas de la fiesta a la que fue Cardona, perdón, a la que fue su "amigo" antes de darle en la madre al vehículo.

No olía, sino apestaaaba, bufaaaba y hedía a alcohol.

"Oye, Sanca, igual y era un nuevo aroma para interior de coches", han de decir.

Aaah, ok, ¿y ese aroma lo venden en el Arre?, antro no tan fino muy conocido por todo Monterrey.

Pues sí, en el interior de la camioneta que dejó Edwin en la agencia y que apestaba a alcohol, fueron hallados también los boletitos que decían "Arre".

"¡Oye, Sanca, pero cómo que en el Arre, si ése ya se quemó", me dirán.

Ah, pues es que esto sucedió obviamente antes de que se quemara o que lo quemaran o lo que sea que haya pasado. Fue antes del juego contra el Necaxa, que por cierto fue el último que ganaron hace casi un mes.

Total, ahí la dejó y en el club no se dieron cuenta... bueno, hasta hoy 13 de septiembre.

 
 
La frase
 
"¡Edwin Cardona está cada vez más cerca de regresar al futbol de Colombia que de irse al de Europa!".

Mi amigo César.

Dicha (y escrita) desde hace ya más de dos meses.

 
Mail: sancadilla@elnorte.com
Twitter: @SancadillaNorte
 
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