En la era de Jorge Vergara, varios jugadores mexicanos de gran cartel han llegado al Rebaño Sagrado, pero muchos de ellos terminaron saliendo rápido del equipo por un mal rendimiento.
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Después de destacar con Atlas y antes de ser pieza importante del Santos, Juan Pablo Rodríguez pasó parte del 2006 en la banca de Chivas, aunque puede decir que pese a todo fue campeón con el club.
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En 2009, el delantero Jared Borgetti, una de las máximas figuras de la liga e histórico goleador del Tri, llegó a Chivas, aunque sólo por seis meses, en los cuales sumó siete juegos y cero goles.
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Para el Clausura 2009, el defensa Aaron Galindo llegó como refuerzo de lujo procedente del Frankfurt. Había tanta confianza que le dieron un contrato por cuatro años, pero sólo disputó tres torneos.
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En junio de 2012, los rojiblancos firmaron al medio Luis Pérez, figura del Monterrey, sin embargo, las lesiones no le dejaron rendir lo esperado y salió del club tan sólo un año después.
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Para tener a Aldo de Nigris, entonces de 29 años, las Chivas pagaron unos 70 millones de pesos al Monterrey en el verano de 2013, aunque en dos años marcó únicamente 12 goles.
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También en 2013, el Guadalajara contrató al defensa campeón olímpico Néstor Vidrio, quien en las cinco temporadas que pasó con el club batalló para rendir por culpa de las lesiones.
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En el Clausura 2013, las Chivas firmaron al lateral Serio 'Cherokee' Pérez, que había destacado en el Puebla. Al final sólo jugó en 15 partidos en los seis meses que pasó en Guadalajara.
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Pese a su pasado americanista y fama de ser problemático, las Chivas pagaron en mayo de 2014 casi 6 MDD por Ángel Reyna, quien en diciembre de 2015 dejó al equipo sin nada digno por recordar.
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En diciembre de 2015, las Chivas gastaron casi 9 MDD por el medio Carlos Peña. Se esperaba que el 'Gullit' fuera el pilar del equipo, aunque sólo mostró destellos y 12 meses después dejó al club.