Diego Ordaz tiene una academia en Estados Unidos. FOTO: Cortesía Diego Ordaz Mister Diego Ordaz Ex jugador de Rayados ahora entrena niños en los Estados Unidos, en Atlanta.

Cuando era jugador y ya estudiaba el curso de entrenador, el ex rayado Diego Ordaz se visualizaba en su futuro compartiendo sus experiencias desde la banca, pero si algo no quería o pensaba es que sería con niños.

Hoy, en Atlanta, ésa es su actualidad y le apasiona. El ex defensa central tiene ya cuatro años con su escuela de futbol llamada Ordaz
Soccer Academy, en donde imparte lo que tanto disfruta que es el futbol.

El dos veces campeón con Rayados, en el Torneo Clausura 2003 y Apertura 2009, jugó hasta el 2015 en México.

En su último intento tras rehabilitarse de una lesión, quiso probar suerte en el naciente equipo Atlanta United FC, pero no se arregló y optó por probar suerte con su academia.

Ésta ha ido creciendo hasta tener 230 niñas y niños de 4 a 12 años, en cuatro sucursales, antes de la pandemia.

"Nunca lo imaginé, pero también son cosas que pasan. Y lo platico así mucho de que estando de jugador decía: 'quiero dirigir', pero decía nunca niños, quizá porque iba tener poca paciencia o no lo veía cerca, pero no sé, se presentó y lo estoy disfrutando bastante", dijo Ordaz en entrevista con CANCHA.

"La verdad es algo nuevo, mi papá (Alberto Ordaz) también lo hacía y sigue trabajando con niños; nunca creí que iba a tomar este rol".

El tapatío, quien radicó en Monterrey desde los seis años, debutó con Rayados en el Torneo Clausura 2003 y permaneció en La  Pandilla hasta el Apertura 2009. Curiosamente fue campeón de Liga en esas dos campañas.

Su padre es actualmente visor de Rayados y fue auxiliar técnico de entrenadores como Carlos Reinoso.

Ordaz señala que su actual actividad ayudó a que no resintiera tanto su retiro y aunque es feliz con la academia, en la que lo apoya su hermano Carlos, no descarta en un futuro dirigir a nivel profesional.

"Lo que quiero es seguir es preparándome para, en algún momento, llegar al futbol profesional", dijo.

Pude haber dado más
Tendría unos 15 años cuando Diego Ordaz entrenaba con el equipo de Tercera División de Rayados y Magdaleno Cano llegó por él para llevarlo a entrenar con el primer equipo en El Cerrito.

"¿Estás nervioso?", le preguntó el entonces auxiliar técnico de José Treviño a aquel adolescente, mientras trotaban a la cancha en donde ya jugadores de Primera División, que le llevaban entre 5 y 10 años en promedio, hacían el "torito". Así de precoz fue la carrera de Ordaz, quien a los 18 años ya debutaba en Primera División, justo en el torneo que Monterrey fue campeón, el Clausura 2003.

Aunque era muy joven, ya estaba curtido, porque en su etapa de Fuerzas Básicas era regularmente ascendido a entrenar con figuras y entrenadores de peso.

Desde los 16 años le tocó recibir indicaciones de Benito Floro y luego de Daniel Pasarella; pronto estaría jugando interescuadras contra figuras como Antonio Mohamed y Jesús Arellano.

"Uno creció viéndolos jugar, entonces, sí, era muy bonito, pero sí era cuestión de de decir: 'a ver ¿dónde estoy?, ¿qué está pasando aquí?", recuerda. Sin embargo, así como de manera rápida ascendió en su carrera, tres operaciones de rodilla y una del quinto metatarsiano frenaron su carrera a los 31 años.

"Tuve mucha participación, muchos entrenadores que confiaban en mí, pero pude haber dado mucho más", reconoció.