Brady y Foles visten diferentes colores desde su último enfrentamiento. FOTO: Archivo

Tom Brady y Nick Foles tendrán esta noche un duelo con ecos de Super Bowl.

Han pasado 977 días desde la última vez que se enfrentaron, aquella noche en el US Bank Stadium de Minnesota, donde las Águilas de Filadelfia sorprendieron a todos al vencer a los imponentes Patriotas de Nueva Inglaterra en el Súper Tazón LII.

Nick, quien jugó ese duelo en sustitución del lesionado Carson Wentz, no solo lanzó 373 yardas y 3 pases de touchdown, sino que recibió otro en la icónica jugada "Philly Special" con la que las Águilas se fueron al frente al terminar la primera mitad.

Foles fue nombrado el Jugador Más Valioso de aquel Super Bowl, aunque luego Filadelfia optó por quedarse con Wentz y Nick firmó con Jacksonville como agente libre y luego fue traspasado a Chicago para esta campaña, en la que primero ocupó la banca y ahora es el titular.

Pese a perder aquel Súper Tazón, Brady terminó con 505 yardas y 3 touchdowns. Después comandó a los Pats a ganar otro anillo al año siguiente y luego decidió irse del equipo donde estuvo durante 20 años.

Ahora vive una nueva aventura con los Bucaneros de Tampa Bay, donde debutó con derrota ante Nueva Orleans para luego ligar tres triunfos consecutivos.

Pareja letal

Tom Brady encontró en Mike Evans a su cómplice ideal. El receptor tiene recepción de touchdown en cada juego (5 en total) y presume un par de partidos con más de 100 yardas por recepción. Además se convirtió en el blanco favorito de Brady en la zona roja.

Cuatro fantásticos

La defensiva de los Osos tiene una difícil misión hoy, pero para lograrlo cuentan con cuatro de los mejores defensivos de la NFL: Khalil Mack, una bestia en el perímetro; Roquan Smith, un terror en cada tacleo; Eddie Jackson, un apoyador totalmente confiable y Akiem Hicks, un jugador que ha demostrado ser impasable.