PROBLEMAS EN EL PARAÍSO
 
La patética eliminación de la Copa MX prendió los focos de alerta en las Chivas...

Mi carnalito Ricardo Peláez Linares está que no lo caliente ni el sol y debo contarles que hubo intercambio de opiniones fuertes con Luis Fernando Tena; la cosa no llegó a una discusión candente, pero ganas no le faltaron al directivo.

Esta vez ni haber bajado a toda la corte celestial le ayudó para sus propósitos y me dicen que esa noche el ex dirigente de América y Cruz Azul ni pudo dormir, repasando una y otra vez en qué se habían equivocado para quedar fuera ante Dorados... ¡Dorados!

El tema de los penales ni siquiera se tocó, pero lo que realmente le pudo a Peláez Linares fue que se haya perdido en el partido de ida; no le agradó el planteamiento, el exceso de confianza y la forma en que el equipo encaró ese encuentro.

Por ahí el buen Richard se enteró que Oribe Peralta había dicho que un mal día cualquiera lo tiene y eso puso más molesto al director deportivo, porque este tipo de cosas no deben pasar en un club como Chivas, donde se le cumple cabalmente a los jugadores como para que salgan con ese tipo de payasa... argumentos.

Tampoco le agradó que el equipo no fuera más ambicioso en el encuentro de vuelta.

Me contaron que ahora Peláez está más atento que nunca a los entrenamientos porque no quiere ver que el equipo pierda más puntos en la Liga, ya le dijo a Tena que el Rebaño debe estar entre los primeros cuatro de la Liga y parece que al experimentado estratega no le cayó muy bien el comentario porque (él cree que) está haciendo su mayor esfuerzo.

Para colmo de males, se viene una visita complicada a Monterrey para enfrentar a los Tigres, así que el encuentro será importante, porque también los jugadores están siendo observados a detalle por el directivo, quien ya les dijo que espera que den más del 100 por ciento en cada partido... o si no... si noooooo...

 
 
ROGER BAJO CERO
 
Después de que Europa me dejara vestido y alborotado a Roger Martínez, al colombiano no le ha quedado de otra más que doblar las manitas y hacer todo lo posible por sanar su relación con la directiva del América, todo con la idea de que le den chance de jugar aunque sea una cascarita con los niños de la Sub 13.

Y es que hace unos días, el señor Miguel Herrera salió a declarar que, ante la insistencia de Roger por dejar el Nido de Coapa, pues nomás no lo iban a tener en cuenta para jugar, se fuera o no a Europa ¿Traducción? por querer largarse, se congeló solito.

El colombiano cruzaba los dedos para que llegara una oferta y así volver al Viejo Continente. Tres equipos trataron de convencer al Ame, pero ninguno le llegó al precio.

Eso explica que ahora mismo el buen Roger esté haciendo hasta lo imposible para que no le pongan la cruz, porque para su mala suerte la va a tener que reventar este semestre con las Águilas si es que quiere ser considerado por la Selección de Colombia para jugar la Copa América del próximo mes de junio.

Acá el tema es que la molestia no es solo con Roger, ya que además su representante Fernando López presionó gacho, y no de la mejor manera, a la directiva de las Águilas, para que aceptaran alguna de las ofertas que recibió su cliente.

Ya veremos si la cúpula de las Águilas da su brazo a torcer o si mañana el primer equipo tiene tantos lesionados y suspendidos que no le quede de otra al buen "Piojo" que mandar al campo a este personaje...

 
 
CUESTIÓN DE TIEMPO...

Así como soy víbora para notar las cosas malas donde nadie las ve, también me doy mi tiempo para reconocer cuando alguien hace algo bien... o al menos cuando corrige algo que hizo mal.

El domingo 26 de enero, noté con suma simpatía que luego de que el cuarto oficial añadió 5 minutotes al duelo Pumas-Rayados, el reloj que está en el costado oriente de la cancha del Estadio Olímpico Universitario cumplió su labor de oscurecer su pantalla para que no se viera el tiempo añadido...

Esto no fue lo simpático, aguanten.

La cosa es que en la pantalla de la cabecera norte, siguió la transmisión y ahí ¡el reloj seguía corriendo como si nada! Cualquiera que volteara hacia la pantalla podía ver sin ningún problema lo que realmente le faltaba al partido, lo cual, se supone, no es correcto.

Afortunadamente, nadie volteó a la pantalla porque Pumas iba ganando y Rayados la neta es que no dio visos en la compensación de poder igualar el encuentro, por lo que no hubo mayor problemas.

Unos días después, la cosa cambió en el siguiente juego que se disputó en Ciudad Universitaria, pues a Pumas le hizo falta precisamente tiempo para empatarle a Santos el duelo de vuelta de Octavos de Final de la Copa muy Equis y poder forzar los tiros de penal.

Malvado como soy, en cuanto se apagó el reloj de la media cancha, eché un vistazo a la pantalla y ¡Oh, sorpresa! el marcador digital estaba detenido en 90 y solo decía +4... Así que Pumas corrigió el pequeño desliz de reloj en apenas 3 días, por lo que aplaudo gustoso.

Lo que no me dio gusto fue ver que el legendario reloj de foquitos que estaba arribita de la entrada de maratón, en la cabecera sur del Olímpico Universitario, desapareció.

Ojalá y solo se lo hayan llevado para darle una limpiadita, porque ese vetusto aparatito es tan tradicional en ese vetusto estadio como el busto del "Tapatío" Méndez que está ahí cerquita.


 
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