Su faena de muleta tuvo tesón, pues el astado de la ganadería de Ramón Spioja llamado "Buenavista" resultó enrazado. FOTO: Cortesía

Pese a ser el primer triunfador del certamen novilleril La Glorieta en Salamanca, España, al cortar una oreja que solicitó el público, premiando sus cualidades, el novillero tapatío Rubén Núñez toma las cosas con calma.

"Me sentí a gusto, el novillo me exigió y lo que pude demostrar fue actitud. Me quedo con tarea por hacer y mejorar muchas cosas", aseguró con sorprendente ecuanimidad, desde España, el novillero mexicano.

Núñez realizó una faena que tuvo interés porque el novillo de la ganadería de Ramón Espioja exigió mucho al ser enrazado y revolverse muy en corto, sin embargo el tapatío nunca se mostró con agobio.

"El novillo no fue fácil y me costó trabajo acoplarme a él, me enganchó la muleta en muchas ocasiones, me faltó tratarlo con suavidad. Detalles que sé no estuvieron bien y tengo que trabajar.

"Hubo también virtudes y la más importante es que nunca me eché para atrás y quise siempre demostrar a toda costa que quiero ser figura del toreo", reconoció Rubén quien tiene 19 años y que su triunfo de esta noche le puede dar el siguiente festejo del certamen.
Una de sus ilusiones también se cumplió: vestir el traje lila y oro que su padre Jesús, también novillero, estrenó en 1996, cuando Rubén evidentemente no estaba en la mira.

"Desde que me estaba vistiendo tuve muchas sensaciones y recuerdos de lo que mi padre me ha dicho sobre el toreo. Yo espero que me siga acompañando muchas tardes y trayendo la suerte que hoy me dio", aceptó el joven torero.

Hubo mucho mérito en cortar ese apéndice pues fue en el primer novillo de la noche y siempre el ánimo del público está más frío.
"Si, pero cuando el público se metió a mi faena valoraba mucho lo que se hacía. Redondee la faena con esa estocada y por ello pidieron la oreja, porque además el novillo fue bravo y no me puso la papeleta fácil", aseguró.

De sus alternantes, el extremeño Sergio Sánchez consiguió también una oreja pese a no ser tan certero como Núñez con la espada, y tanto Fabio Jiménez cuanto Eloy Sánchez tuvieron detalles.

Los novillos de diversas ganaderías se dejaron torear sobresaliendo el de Domingo López que lidió Jiménez.

Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas mortales del coronavirus y el público, en el tendido, mantuvo su sana distancia.