Todos los involucrados serán sometidos a pruebas de salud y recibirán equipos de protección. FOTO: Tomada de Twitter

Finalmente apareció la bandera verde en la IndyCar.

El serial estadounidense anunció ayer que su primer Gran Premio después de la pandemia del Covid-19 será el 6 de junio en el óvalo del Texas Motor Speedway.

Se tratará de una fecha con un solo día de actividades y sin público. La práctica, calificación y carrera se llevarán a cabo en una misma jornada, en la que se impondrán estrictos lineamientos de acceso. Todos los involucrados serán sometidos a pruebas de salud y recibirán equipos de protección.

"Estoy muy contento porque vamos a regresar a las carreras de verdad", compartió el regio Patricio O'Ward a CANCHA. "Somos un entretenimiento y se sentirá un poco raro porque estamos acostumbrados a ver a los fans, saludar a la gente, los autógrafos y fotos".

El único mexicano en el campeonato, piloto de Arrow McLaren SP, apostó fuerte y dijo que sus aspiraciones son estar al frente de la competencia.

"Va a ser un día muy compacto, será importante salir del garage con un auto fuerte", explicó.

Sin embargo, no todo es color de rosa. El joven de 21 años confesó que no ve como la mejor opción el regresar a un óvalo en un serial acostumbrado a circuitos e, incluso, advirtió que podría ser de peligro.

"No estoy tan de acuerdo, no hemos probado los autos en circuitos en varios meses, es un óvalo y es de los más peligrosos, sin subirnos al carro en un rato va a ser más riesgoso que en un circuito", sentenció.

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EDICIONES en fila se han celebrado en el óvalo texano.