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SAN CADILLA
San Cadilla | 30-03-2015
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Una Sangre chorreada
 
 
Los problemas de La Sangre Azul no son nada más hacia el exterior de la barra, sino que ya se la están comiendo también hacia el interior.

Déjenme les platico que este grupo de animación del Cruz Azul no sólo debe lidiar con las broncas que tiene con el club y las autoridades tanto policiacas como del Estadio Azul, sino también entre sus integrantes.

Y es que esta problemática barra ya tiene muchas fracturas, como quedó claro en el juego ante Tijuana, cuando en algunos lapsos le cantaba hasta de lo que se iba a morir el portero Jesús Corona, mientras que en otros le lanzaba porras de apoyo.

Las horas bajas que vive La Sangre quedaron también de manifiesto el día en que varios de sus integrantes invadieron La Noria, el jueves 19 de marzo.

Aquella tarde, en plena calentura por su numerito, algunos barristas desconocieron al líder Rafael Rubio "La Pulga", quien poco a poco ha perdido poder entre las células que conforman este grupo, repartidas en varios barrios de la zona metropolitana.

Esa postura explica perfectamente el zafarrancho de la Jornada 2, cuando dos facciones de La Sangre, originarias de distintos puntos de la Ciudad, se dieron con tubo antes del partido ante Santos del 17 de enero.

Como que con todo esto ya es momento de que Cruz Azul tome cartas en el asunto, porque lo que empezó como travesuras ya son actos de violencia e intimidación, y no tarda en derramarse la sangre, literalmente.

 
 
 
 
Fábrica de chavitos
 
 
La larguísima concentración para la Copa del Mundo de Brasil 2014 hizo que varios jugadores del Tri extrañaran sobremanera a sus señoras, y evidentemente, a la primera que tuvieron la oportunidad les compensaron el tiempo de alejamiento con tanta euforia que dos de ellos "sacaron premio" en las vacaciones postmundialistas.

Guillermo Ochoa y Andrés Guardado dejaron su semilla y resulta que las chicas de ambos están a unos días de dar a luz.

Para Paco Memo será el segundo bebé, mientras que Guardado ya hasta tiene el nombre de su primogénito, al cual llamara Máximo, palabra que incluso ya se tatuó en el brazo.

Debido a que de un momento a otro pueden llamarlos para apoyar a sus esposas en la labor de parto, prefirieron regresar cuanto antes al Viejo Continente para que no les agarren las prisas, porque ninguno de los dos se quiere perder este mágico momento.

Por ello, no van a tomar parte en el partido ante Paraguay, así que Ochoa se quedará con las ganas de jugar, porque Andrés sí vio acción ante Ecuador el sábado.

Por cierto que el pequeño Guardado trajo torta bajo el brazo, porque llega justo ahora que el PSV le hizo la extensión de contrato a su padre. Ojalá que el bebé de Memo tenga el mismo efecto y la situación de su padre mejore en el Málaga.

 
 
san.cadilla@reforma.com
 
 
 
 
 
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