'Pégale, por favor' Pues Hirving Lozano será muy habilidoso y bueno para la definición, un tipo de jugador como pocos en México, que por lo mismo está expuesto a la "cacería" de los defensas rudos que buscan ablandarlo para que le baje a su intensidad... Pero una cosa es eso y otra que se la pase llorando en cada partido.
Y es que esa fue la impresión que causó en los dos juegos de la Liguilla contra Necaxa, donde el jugador Brayan Beckeles lo mantuvo a raya, y la mayoría de las ocasiones de forma limpia, sin cometerle falta, a diferencia de las quejas que a cada rato puso El "Chucky" a los árbitros centrales y los cuartos oficiales de ambos duelos.
Peeero lo que llamó la atención, según me comentaron, fue que en el partido de vuelta en el Estadio Hidalgo, Lozano insistió más en quejarse de tooodo, a tal grado de que esto comenzó a fastidiar un poco al cuerpo arbitral.
Y en una de tantas jugadas que Beckeles se quiso pegar a Lozano para marcarlo, el hondureño optó por frenarse, como para que no le fueran a marcar algo después de tantas reclamaciones del "Chucky", pero al percatarse de eso, el mismísimo árbitro César Ramos Palazuelos le hizo una especie de seña a Brayan de que no se contuviera, que le entrara a la jugada, así como diciéndole: "¡éntrale y repártele a este chillón, mi Beckeles!". Y pues ya con la "venia arbitral", pues se dio vuelo para echarle toda la lámina y arrollar al tuzo.
Así que una cosa es que el arbitraje esté pendiente de cuidar al habilidoso, pero en definitiva no hay muchas ganas de cuidar al llorón y menos si se la pasa reclamando faltas imaginarias.
Gracias, Cruz Azul Qué bueno que Cruz Azul quedó fuera de la Liguilla.
Y es que si La Máquina hubiera roto su ayuno de cinco torneos sin Liguilla le habrían arruinado la última semana de noviembre a Enzo Roco.
Si los celestes hubieran entrado al grupo de los ocho mejores, el chileno no habría podido hacer el bonito viaje que gustoso emprendió apenas dos días después de que su equipo hizo el ridículo en su estadio al perder 3-2 con León en el último minuto.
Lo bueno es que Cruz Azul nos salió tan malito que ni cerca quedó de la Liguilla, por lo que Roco pudo irse a Miami bien quitado de la pena y, en lugar de pensar en el suplicio de buscar una Liga después de 19 años para los celestes, pues el defensa mejor se lanzó a ver al Heat de Miami, de la NBA, pasó un día entero en la playa, y rayó las tarjetas en el famoso Black Friday de la semana pasada, todas estas actividades bien retrataditas en las redes sociales.
Hay que agradecerle a Cruz Azul por "pensar tanto" en últimamente garantizarles unas largas vacaciones a sus jugadores. Con razón le echan tantas ganas cada semestre para librarse de las "vejaciones" que hoy viven América, Tigres, Necaxa y León.
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