La Selección Mexicana ofreció ayer otra de sus discretas actuaciones, pero suficiente para obtener otro triunfo.

Todavía muy lejos de jugar como debería, la escuadra tricolor derrotó, a domicilio y sin mayores dificultades, aunque apenas 1-0, a un modestísimo cuadro trinitario.

Si acaso, algo pudo haberse complicado el asunto si en el primer tiempo no se hubiera invalidado un gol de los locales que era legítimo.

Pero de acuerdo al futbol desplegado, muy discreto el mexicano y paupérrimo el trinitario, se antojaba inevitable la victoria del equipo dirigido por Juan Carlos Osorio.

Así, se consolidó la Selección Mexicana como líder del Hexagonal Final que otorga tres boletos y medio, con 10 puntos obtenidos y SEIS de ventaja con respecto al cuarto lugar.

Ahora, dentro de esta concakafkiana eliminatoria, los siguientes partidos los jugará el conjunto mexicano el 8 y 12 de junio, ambos como local, ante los representativos de Honduras y de Estados Unidos respectivamente.

Es decir, que a su participación en la Copa Confederaciones, a partir del 18 de junio, probablemente llegará con el boleto para el Mundial ya en la mano.

Después, en septiembre y octubre, al recibir a los panameños, visitar Costa Rica, recibir a los trinitarios y visitar Honduras, partidos que previamente pudieron contemplarse como decisivos podrían convertirse en compromisos de mero trámite.

Pero al margen de lo que tarden en cumplir con ese primordial objetivo, lo más importante será el futbol con que se consiga, y en ese sentido parece urgente elevar el nivel, porque con éste no alcanzaría para mucho ante otra clase de adversarios.

En cuanto a resultados, viento en popa esta barca tricolor; en cuanto a futbol, todavía en deuda.

Será cuestión de esperar.

 
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