Derek Carr es el motivo fundamental por el que los Raiders han vuelto a ser un equipo relevante en la Conferencia Americana.

Aunque apenas ha jugado tres campañas como profesional y en las dos primeras Oakland tuvo marca perdedora y se quedó muy lejos de poder aspirar a jugar en Playoffs, en 2016 elevó su nivel notablemente y su equipo volvió a la postemporada después de 13 años de espera.

De no haber sido por la desafortunada lesión sufrida en el penúltimo duelo del calendario regular, Carr habría superado las 4 mil yardas por aire y los 30 pases de anotación, y no es descabellado pensar que habría hecho de los Raiders un equipo contendiente y capaz de pelearle a los Patriotas el derecho a representar a la Conferencia Americana en el Súper Tazón LI.

Sin embargo, lo más relevante de su proceso de desarrollo es que elevó considerablemente su porcentaje de pases completos y redujo de forma notable el número de intercepciones sufridas.

Es cierto que la filosofía de la ofensiva redujo los riesgos y restringió las veces que Carr buscó a sus receptores en trayectorias largas, pero su eficiencia no deja de llamar la atención.

Tomando en cuenta sus números, su enorme potencial, y el hecho de que apenas tiene 26 años, es evidente que merecía un contrato como el que firmó la semana pasada con los Raiders.

Aunque la escuadra de Mark Davis podría deshacerse de él luego de la campaña del 2018 y pagarle únicamente 47 millones de dólares (algo muy poco probable), el promedio de 25 millones de dólares por campaña lo convierte en el jugador mejor pagado de la historia de la NFL.

Si tomamos en cuenta que el tope salarial para la próxima campaña es de 167 millones de dólares, me parece que pagarle menos del 15 por ciento de la nómina total a un hombre tan trascendente, no solamente es una decisión acertada sino que parece ser una ganga para los Raiders.

Y es que la ausencia de Carr, tras su lesión ante Indianápolis, convirtió al equipo en una escuadra mediocre y sin aspiraciones una vez que llegó a la postemporada.

Los Raiders siguen tomando decisiones acertadas a nivel directivo, y aunque la condición del jugador mejor pagado de la historia le durará muy poco a Carr, estoy convencido de que el contrato será un punto de inflexión en la historia reciente de esta tradicional franquicia.

 
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