Reguetón de la suerte
 
 
Los que aprovecharon hasta el último momento para sacar el estrés previo al partido del sábado ante Veracruz, fueron los defensas Enzo Roco y Julián Velázquez.

Los jugadores de Cruz Azul se lanzaron el miércoles en la noche al concierto que ofreció el reggaetonero Ozuna, en la Arena Ciudad de México, y se dieron el tiempo de cantar y bailar antes de encarar a los Tiburones Rojos, a los que vencieron 1-0 para meterse a la Liguilla.

Velázquez, titular de La Máquina, estuvo acompañado de su esposa Marisol, quien también llevó a una amiga.

Por su parte, el chileno Roco, que se turna entre la titularidad y el banquillo celeste, se lanzó con varios amigos.

Eso se sumó a lo que hicieron el fin de semana pasado cuando Enzo estuvo de paseo en Los Cabos, al no haber cotejo por la Fecha FIFA, y tras tener sábado y domingo libres por órdenes del técnico Paco Jémez.

Por su parte, Velázquez y amigos estuvieron en una casa en Tequesquitengo, a donde llegaron desde el viernes.

Afortunadamente para la causa celeste, lo que podría haber sido motivo de críticas encarnizadas si no se hubiera ganado el sábado, hoy puede tomarse hasta como amuleto de buena suerte para el largamente esperado retorno celeste a la Liguilla, por lo que no me extrañaría para nada que en el partido de ida de Cuartos de Final, la megafonía del Estadio Azul le dé la bienvenida a la afición a su primer juego de postemporada en 4 años al ritmo de Tu Foto.

 
 
Piden 'probadita'
 
 
Y hablando de temas celestes, el sábado pasado previo al encuentro entre Cruz Azul y Veracruz, la mamá y la novia de Edgar Méndez decidieron darse una vuelta por las afueras del Estadio Azul y de pronto vieron un señor que vendía fruta.

El par de españolas se acercaron al carrito del vendedor y vieron que tenía vasos con tuna, jícama y sandía, y a pesar de que se veían bien no supieron de cuál elegir. Por ello, las damas le preguntaron al señor si podía darles una probadita de cada una de las frutas para elegir sabiamente, a lo que el comerciante, no sé si apantallado por la belleza de ambas o porque domina bien el tema de las ventas, aceptó.

Y así les dio la opción de probar cada una de las variedades para que al final eligieran la sandía, eso sí, no se animaron a entrarle al "mexican style" por lo que se llevaron su fruta sin chile ni limón...

 
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