El Super Bowl está de regreso en Atlanta.
Luego de casi dos décadas de espera y tras haber sido sede del duelo por el título de la NFL en un par de ocasiones en los años noventa, la capital del estado de Georgia vuelve a vestirse de gala.
La ruta para llegar a esta instancia no ha sido fácil, y podría decirse que ha costado más de mil quinientos millones de dólares, el monto aproximado que invirtió Arthur Blank para construir el majestuoso Estadio Mercedes Benz.
Y es que a decir verdad, el mal clima y los problemas de movilidad generados durante la semana previa al Super Bowl XXXIV, dejaron un muy mal sabor de boca, y sin un nuevo estadio, la NFL difícilmente habría considerado darle a esta ciudad una nueva oportunidad.
Ahora bien, sin nos atenemos exclusivamente a lo acontecido dentro del terreno de juego en aquella ultima visita del Super Bowl a esta ciudad, el resultado fue más que sobresaliente.
Los Carneros, que en ese entonces jugaba en San Luis y eran dirigidos por Dick Vermeil, se vieron las caras ante los Titanes, nada menos que con Jeff Fisher al frente.
Y, aunque la ofensiva que comandaba Kurt Warner y coordinaba magistralmente Mike Martz era una máquina de hacer puntos, el duelo se definió por una brillante jugada defensiva que impidió la anotación del empate de Titanes de Tennessee en la última jugada del tiempo regular.
El partido, aunque con menos anotaciones de lo esperado, terminó siendo un duelo memorable y le dio a los Carneros el único título en su historia.
Hoy, Atlanta es una ciudad muy distinta a aquella que en el año 2000 fue sede del Super Bowl por última ocasión. La presencia del aeropuerto con más tráfico de todo el mundo la ha convertido en una ciudad moderna y atractiva.
El Georgia Dome fue demolido tras solo 25 años de vida para darle paso a un escenario espectacular que cuenta con todos los elementos para recibir cualquier evento deportivo de primera categoría (ahí se jugaría una semifinal del Mundial de futbol de 2026).
Finalmente, Patriotas y Carneros completan la ecuación para poder esperar una semana memorable.
Se trata de dos equipos plagados de talento y muy bien entrenados, que han llegado al duelo por el título por merecimientos propios y que debieran ofrecer un espectáculo deportivo extraordinario el próximo domingo.
La espera para Atlanta ha sido inusualmente larga, pero estoy convencido de que esta vez, la historia será distinta, ya que, a pesar de que otra vez se esperan temperaturas extremas en los días previos al partido, no veo como la NFL se niegue a volver pronto a una ciudad de primer mundo con un estadio único y maravilloso.
@JosePabloCoello |