Me los regañan
 
¿Que en lo interno todo está bien en Cruz Azul dicen ellos?, ja, ja, ja...

Aquí les va tooodo lo que me contó mi Judas Azul, hasta la reunión que hubo en la casa de don Guillermo Álvarez Cuevas.

¡Hasta ahí tuve acceso!

Bueno, les cuento que a los que ya me regañaron en Cruz Azul fue al señor Pedro Miguel Faria Caixinha y al director deportivo Ricardo Peláez Linares.

Ayer les contaba que su relación ya no es la mejor, bueno, pues las declaraciones que han lanzado uno y otro en la prensa colmó ya la paciencia del presidente del club cementero.

Me contó mi Judas Celeste que el mandamás de La Máquina citó a los 2 en su casa para ponerles un alto al cruce, disfrazado, pero al fin cruce de declaraciones entre ellos, en medio de los pobres resultados del equipo.

Me dijo mi Judas que Álvarez Cuevas fue más duro con el timonel luso, de quien le sorprendió que citara a conferencia el lunes pasado.

Y es que está 100 por ciento comprobado que ni el dirigente ni Peláez fueron avisados por Caixinha que daría conferencia, y mucho menos cuál sería el tema.

Me dicen que el presidente lamentó que el portugués haya salido a recalcar que tiene contrato hasta mediados de 2020, además de criticar a la prensa por las famosas fake news.

Vamos, me cuenta que "Billy" no entendió la necesidad de que Caixinha haya dado conferencia, por más que el luso haya dicho que ahora atenderá los lunes porque ha modificado su planeación referente a los medios.

Al DT celeste le pidieron mesura en sus comentarios y le recordaron que lo han apoyado en prácticamente todo lo que ha querido, por lo que el club no quiere escándalos de a gratis.

A Peláez también le llamaron la atención, por salir a declarar que todos están en evaluación pero, sobre todo, porque no cupo la cordura en él, tras la eliminación en la Copa MX, por muy dolorosa que haya sido.

Me dice mi Judas que "Billy" les pidió a los 2 jalar parejo y no que cada quien lleve agua a su molino.

Así fue la reunión que este lunes sucedió en la casa del presidente celeste y en la que se les llamó la atención y se "limaron" asperezas entre Peláez y Caixinha.

PD: Síganle y les cuento por qué lo pongo entre comillas.

 
 
Una relación muy desgastada
 
Nunca fueron amigos, pero sí había respeto y admiración mutua entre los señores Pedro Miguel Faria Caixinha y Ricardo Peláez Linares.

El directivo llegó para el Apertura 2018 y apoyó como pudo al timonel portugués, a quien trató de traerle los refuerzos que él pidió.

Caixinha tuvo para casi todo, el sí de Peláez, quien incluso le permitió al DT luso que Bernardo Ángulo, especialista en coaching, se mantuviera trabajando con el grupo.

Pero entonces, ¿qué pasó? Bueno, pues la culpa la tuvo en parte Iván Marcone.

Sí, el argentino escucha a Boca Juniors y se quiere ir. Ni Peláez ni Caixinha lo convencen que se quede, porque el contención tampoco quería y ahí apareció la primera mina en su relación.

Mientras Ricardo buscaba la mejor opción, Caixinha puso en la mesa a Stephen Eustáquio, un jugador que no estaba en la órbita de refuerzos que los 2 habían estudiado rumbo al Apertura 2019, pues para el Clausura ya estaban armados.

Eso sacó de onda a Peláez, a quien no le quedó de otra que apechugar y traer al portugués.

Pero aun así, la relación todavía caminaba hasta que Caixinha empezó a engancharse en las conferencias y a poner temas de los que nadie le había cuestionado, como la manera en que se realizó el fichaje de Eustáquio.

Mientras el DT portugués tiraba y explotaba contra la prensa, La Máquina no funcionaba y, tras el empate ante León 1-1 por la Copa, luego de haber caído el sábado pasado con La Fiera, apareció otro episodio.

Síganle y les cuento.

 
 
Casi rota
 
Me cuenta mi Judas Azul que Pedro Miguel y Ricardo discutieron de lo lindo en el camión del equipo, mientras aguardaban a que subiera el plantel.

Los 2, me dice, estaban sumamente molestos y no fue una plática de simple intercambio de ideas del cotejo en el Nou Camp.

Después vino la derrota ante Santos, 2-1 en el Estadio Azteca, y ahí Caixinha recibió en el vestidor la visita del presidente Guillermo Álvarez Cuevas.

El mandamás platicó con el entrenador sobre la derrota pero en ningún momento le dijo algo a los jugadores, dejando claro que la inquietud la traía con Caixinha.

La gota que derramó el vaso entre el luso y Peláez fueron las declaraciones del director deportivo tras la eliminación en Copa.

A Caixinha no le gustó eso, pero aguantó vara, encerró al equipo y hasta el viernes tras el 1-1 con el Veracruz habló.

Pero en el mar de rumores del fin de semana, el portugués quiso dar conferencia en La Noria y pidió al departamento de comunicación citar a los medios.

Ya hemos dicho: ni Peláez ni Álvarez Cuevas sabían por qué y para qué era la conferencia, dejando claro que la relación entre el técnico y el director deportivo está casi rota, pues uno no hacía nada sin antes consultárselo al otro... y ahora ya no.

Y sí, sé que me dirán que están como si nada, que sigan leyendo:
 
¿Por qué creen que Peláez se dedicó a gritarle a los porteros, que aún jugaban bajo el arco, que se acercaran a la foto, en lugar de ir por Caixinha?

¿O por qué tuvo que ir el español Édgar Méndez a traer al entrenador, quien estaba más "preocupado" arrancando pasto del híbrido que tiene la cancha, agachado junto a su auxiliar Helder, pese a que todos ya estaban casi reunidos para la foto?

Así que la relación entre Peláez y Caixinha está a punto de romperse.

PD: ... Y todavía salen a decir que todo está bien, ja.

 
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