En la historia del club San Lorenzo, nadie tiene más títulos que Eliana Medina. Ha jugado 15 años con sus colores. Acumula 21 campeonatos, 19 en futsal y 2 en la cancha de soccer. Ha sido seleccionada argentina de las dos modalidades. Tiene 32 años, pero apenas el viernes pasado se convirtió en profesional.

San Lorenzo fue el primer club que firmó contratos con sus jugadoras, luego de que la Asociación de Futbol Argentino (AFA) publicó un acuerdo para profesionalizar al futbol femenil a mediados de marzo. O mejor dicho, semiprofesionalizar. El acuerdo obliga a los 16 clubes del Campeonato de Futbol Femenino de Primera División a contar con al menos 8 jugadoras asalariadas, con contratos de mínimo un año y con seguro médico.

Para lograr esto, la AFA repartirá 3 mil dólares mensuales (alrededor de 50 mil pesos mexicanos) a cada club. En promedio, cada jugadora ganará 360 dólares (alrededor de 7 mil pesos), lo mismo que gana un jugador varonil de ese país... en la cuarta división. La AFA toma esta medida justo en el año que su Selección Femenil regresa a un Mundial, tras meses de reclamos de las futbolistas para terminar con la discriminación de género en los equipos. Discriminación que mantuvo a jugadoras brillantes, como Eliana, sin posibilidad de vivir del futbol. Hasta ahora.

Aún con la brecha salarial, el paso enorme. No solo para las argentinas, sino para toda la región. Su ejemplo debe llegar hasta las tierras mexicanas, para que nuestras campeonas no tengan que esperar 15 años para vivir del futbol.

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