Puro negocio Es lamentable y vergonzoso cómo salen a flote la avaricia y la codicia, bajos instintos, que elevan a niveles de escándalo los boletos, hoteles, etc. en la Champions League. Y no es caso aislado, aquí mismo en México, los clubes hacen lo mismo, es entendible que hay partidos de más audiencia, pero es un auténtico abuso, y las víctimas (medio voluntarias) son los aficionados.
Las televisoras elevan también el precio del espacio publicitario a los anunciantes, y al final del camino, estos cargan el sobre precio a los mismos aficionados, y de paso a los consumidores en general. El deporte, cada vez más subordinado al negocio de unos cuantos y con la complacencia de las autoridades, que solapan todo esto, incluyendo la ruin reventa.
Guillermo Oliveros Ésta es la cancha de los lectores.
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