Después de 28 días, muchos sin Fórmula Uno, volvemos a toda una catedral del deporte, Spa-Francorchamps, en Bélgica, donde casi siempre el clima es protagonista y en la calificación nadie pudo usar las llantas de seco.
Al final quedaron los mejores autos adelante y la diferencia quedó entre los pilotos que lo hicieron limpio y los que no: Mercedes, Red Bull, Ferrari, Williams y McLaren.
La sorpresa fue la diferencia entre los dos Mercedes y el resto de la parrilla, algo que no veíamos desde el año dorado de 1988 en McLaren con el inolvidable Ayrton Senna y Alain Prost; una diferencia que no la vemos disminuir durante el año.
La carrera fue diversa. La lluvia nunca se presentó y los Mercedes, que hubieran podido hacer un fácil 1-2, sólo ayudaron a Daniel Ricciardo a subir al escalón más alto del podio por tercera vez.
Increíble, pero así fue. Los directivos de Mercedes no pueden controlar a sus pilotos, quienes se tocaron y perdieron sus oportunidades de triunfo.
Hubo buenos piques, sobre todo en las vueltas finales, pero esta prueba será recordada por el choque de los Mercedes. Niki Lauda y Toto Wolff culpan a Rosberg, y prometen que serán controlados, pero ya muchos hemos pasado por esas circunstancias y sabemos que será lo mismo carrera con carrera: ¡dos profesionales compiten por el Campeonato del Mundo en la misma pista y con idénticos autos!
Rosberg se limitó a decir que no cambió de trayectoria y que debería ver el video antes de comentar. En tanto, los siempre exigentes comisarios no anunciaron ninguna investigación por el incidente, sino que lo consideraron accidente de carrera.
En la otra esquina, los Red Bull, con su tremenda velocidad en recta, controlaron la carrera con Ricciardo. Vettel, quien arrancó inspirado, no pudo mantener el ritmo y terminó quinto, otra vez deslumbrado por su joven compañero.
Alonso y Ferrari tuvieron la peor pesadilla que se puede sufrir al inicio cuando el motor no quiere encender, así que su castigo de 5 segundos en el pit de seguro le costó el podio.
Los McLaren parecían un poco más competitivos, Magnussen terminó sexto, pero para lograrlo mandó a Alonso fuera de la pista y le costó un castigo de 20 segundos, relegándolo al puesto 12.
Para "Checo" Pérez, cuya intención era vencer a los McLaren, no lo pudo realizar, pero por lo menos derrotó a su compañero en calificación y carrera sumando puntos. ¡Bravo, Sergio!
A los Sauber, que parecían mejorar un poco, les faltó velocidad, así que Esteban sólo se conformó con terminar.
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