¿Por qué a "Tony" Mohamed no le bastó ser campeón del Apertura 2014, y mucho menos superlíder de la competencia, para renovar su contrato con el América?
¿Por qué el Monterrey ya no busca entre los entrenadores hechos en México al posible sustituto de Carlos Barra? ¿Qué ve la directiva Rayada en los "Osorio Boys" que su apuesta, de cara al nuevo estadio, tiene un aroma netamente colombiano?
Desde la óptica del círculo cercano al "Turco" Mohamed, mismo que evidentemente no entiende ni "jota" de la industria del futbol, se cree que el desencanto con los altos mandos se pudo haber originado cuando el entrenador, sin avisar, abandonó la pretemporada y asistió a la Final del Mundial en Brasil.
Y se agravó después de perder con Pumas (sábado 30 de agosto), cuando el "Tony" volvió a viajar - pero ahora a Europa- para el partido por la paz en Italia, circunstancia que se supo hasta que el cuerpo técnico enteró a los jefes.
Pero independientemente de éstos y otros acontecimientos, Mohamed realmente dejó de ser el técnico del América por sólo una simple y fundamental razón: El América -al igual que otros equipos en México- ya no se puede dar el lujo de ofrecer ese futbol común y deslucido que ha provocado pobres asistencias en muchos estadios del país, bajas ventas de camisetas, pérdida de patrocinadores y diminutos ratings de televisión.
Señores, el campeonato mexicano simple y sencillamente está perdiendo la batalla frente a la globalización. Y para aquellos que aún no lo quieren aceptar, sólo los invito a que vean y escuchen lo que la marca cervecera "Tecate", en sociedad con el Barcelona, está pautando en todos los canales de televisión.
Con imágenes del Nou Camp lleno de colorido y goles del Barca, el spot dice así: "¿Qué te lleva a gozar y sufrir con el Futbol Club Barcelona. Nuestro equipo ni siquiera es de tu país, pero tu sabes por qué. Amarlo es tu forma de amar al futbol, a la belleza del más bello de los deportes. Y lo amas tanto que mereces tenerlo cerca. Tecate te trae a México al Futbol Club Barcelona. Evita el exceso".
Si los dueños o entrenadores no se preocupaban al ver que los niños mexicanos consumían camisetas de clubes europeos y tampoco se inmutaban con el consumo doméstico de partidos españoles, italianos, ingleses y alemanes, ahora que una marca, muy mexicana, ya destinó al bolsillo de este poderoso adversario un jugoso presupuesto para relacionase con él, ¿van a reaccionar?
Si un equipo de futbol no ofrece semana tras semana una sobredosis de satisfacción, tristemente el aficionado ya sabe dónde encontrarla. ¿No crees tú?
PD: "El enojo, el orgullo y la competencia son los verdaderos enemigos". Dalai Lama.
Lo escrito, escrito está.
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