Amables aficionados: seguramente recordarán ustedes el 2 de Octubre del 2005. Esa noche, en el Estadio Azteca de la Capital, se establecieron dos marcas históricas de la NFL: la realización del primer juego de temporada regular fuera de los Estados Unidos, así como la mayor marca de asistencia en esa misma clasificación de partidos.

Se enfrentaron dos equipos que atravesaban malas rachas en esos tiempos, Arizona y San Francisco, y el número de aficionados registrados oficialmente como espectadores llegó a 103,467.

Cuentan que cuando llegó el representante del estadio al palco de los directivos de la Liga con el número oficial de asistentes, se hizo un largo silencio. Sobrepasaba por más de mil a la marca anterior, 102,368, impuesta desde el 10 de noviembre de 1957 en un partido entre Los Ángeles y San Francisco en el Coliseo angelino.

Hubo quién propuso que no se dieran a conocer los números, ya que significaría que México tendría esa marca de todos los tiempos y ningún estadio en la Liga tendría ni de cerca esa capacidad. El comisionado Paul Tagliabue se opuso y autorizó publicitar los números y la marca.

Algunos no podían admitir que México tuviera ese récord de asistencia y Jerry Jones, dueño de los Vaqueros de Dallas, era uno de los principales. Así que, en el día de apertura de su nuevo estadio el 20 de septiembre del 2009, en un local con capacidad oficial registrada de 80,000, metió en ambos extremos, de pie y apretados como sardinas, a cerca de 30 mil aficionados no obstante las apopléjicas protestas del Jefe de Bomberos.

Sumó fraudulentamente 105,121 asistentes para remover al Estadio Azteca del primer lugar de la lista y apropiárselo él. No sé si será la llamada Ley del Karma, pero desde esa fecha Dallas ha tenido una marca de 57-55, la definición perfecta de la mediocridad.

Menciono todo lo anterior porque el 21 de noviembre de este año regresa la NFL en temporada regular al Estadio Azteca, enfrentando a Oakland y Houston. Habrá otra oportunidad para demostrar los números correctos de asistencia sin requerir a artimañas.

Para finalizar recordemos que la cifra mayor de asistencia a un partido de la NFL es de 112,376, pretemporada entre Dallas y Houston en 1994 en el Azteca, y le sigue Dallas vs. Nueva Inglaterra, 106,424, en 1998 igualmente en el Azteca.

Por eso creo que la marca forzada del señor Jones es muy alcanzable. Por ahora, hacemos una pausa...

 
fvonrossum@elnorte.com