Dentro del futbol: "No me llegan balones para rematar". "No es mi posición" (jugadores). "La plantilla es corta". "Yo no armé este equipo" (entrenadores). "No tenemos presupuesto". "Muchas de las decisiones no me consultan" (directivos). Excusas, pretextos, y quejas. Podría seguirme con muchos más ejemplos, que es ya tan normal escucharlos que ni siquiera nos damos cuenta que, tanto en el futbol como en la sociedad en general, éstas se han vuelto los justificantes para maquillar la mediocridad.
Como ya muchos autores lo han mencionado, es increíble el paralelismo del deporte con la vida. El deporte es una representación de la vida a 90 minutos, 18 hoyos, 9 entradas, con lo positivo y negativo, alegrías y tristezas, y hoy la tendencia en ambos mundos parece ser la de buscar responsables externos para justificar los propios fracasos, debilidades y miedos. Estamos en tiempos de ceder al sistema, al entorno o simplemente a la persona que va caminando al lado mío el poder de manejar nuestra vida. Tiempos donde la gente manifiesta su inconformismo quejándose en lugar de trabajando, donde se llevan más tiempo buscando un "chivo expiatorio" que en encontrar una posible solución.
Javier "Vasco" Aguirre, actual entrenador de Club Deportivo Leganés, que pelea por mantener la categoría, nos da, a través de su modelo de gestión, una probadita de algo que todos nosotros podemos aplicar a cualquier ámbito en el que busquemos realización o crecimiento. A las pocas semanas de su llegada al club, el "Vasco" le dijo a la plantilla: "De su vocabulario saquemos a la suerte y al árbitro, esos no entrenan con nosotros". Que simpleza de frase, pero cuan profundo significado, o al menos lo que yo interpreto: lo que no hagas tu, no lo va a solucionar nadie.
Que complicado parece asumir responsabilidades. Muchos aparentan o están en busca de poder y crecimiento, pero cuando se dan cuenta que esto viene acompañado de responsabilidad ya no les gusta tanto. Es mucho más sencillo ver la paja en el ojo ajeno, lavarse las manos. Pero cuando asumimos esta actitud cobarde, mediocre, no estamos más que cediendo nuestra libertad.
Siguiendo con el ejemplo de Aguirre, al asumir como entrenador les informó a sus jugadores cuál era el objetivo, lograr la permanencia, y en seguida les aclaró que en la suma de asumir responsabilidades en lo individual era la única fórmula para que el equipo se fortaleciera. Y me pregunto, ¿qué esto será tan complicado aplicar a la sociedad? ¿Seguiremos apostando a las quejas, buscar pretextos o excusas como medio para crecer?
Me quedo con la filosofía de Aguirre, dejemos de buscar fuera de nosotros, en factores externos, en variables que no controlamos, la solución, la respuesta a nuestras preocupaciones y problemas. Como individuos socialmente responsables lo mejor que podemos hacer es llevar esa mirada que tan entrenada la tenemos para ver hacia el exterior, la giremos un poco 180 grados y la llevemos hacia nosotros. ¿Qué puedo hacer yo para solucionar esto? ¿Qué estoy haciendo yo mal que puede ser causa de tal consecuencia?
Siendo parte de un equipo de futbol o como ciudadano, hoy comparto la famosa frase de Lenin; "Si no eres parte de la solución, eres parte del problema".
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