El "mejor fin de semana" de la campaña quedó atrás. Los partidos del sábado carecieron de emoción al final y aun tras haber tenido algunos momentos atractivos, se definieron por muchos puntos de diferencia. La historia del domingo fue muy distinta y ambos enfrentamientos estuvieron llenos de dramatismo y serán recordados por mucho tiempo.
Es cierto que Pittsburgh y Green Bay ganaron de visita y dejaron en el camino a equipos con mejor marca en la campaña regular, pero estoy convencido que los cuatro contendientes que se mantienen con vida son los mejores equipos de la NFL en este momento. Y no es casualidad que todos estén comandados por mariscales de campo de élite, una condición necesaria para trascender en la actualidad.
Matt Ryan va a ganar el JMV y la actuación del sábado ante Seattle confirmó que está jugando mejor que nunca en su carrera. La defensa de los Halcones Marinos es una unidad de élite y simplemente no tuvo respuesta para un mariscal de campo que ha sabido aprovechar perfectamente todas sus armas y un esquema diseñado de manera magistral por Kyle Shanahan.
Aaron Rodgers está en una las rachas más productivas para un mariscal de campo en la historia de la liga y, gracias a él, los Empacadores han vuelto a la antesala de un Súper Tazón. El último pase del partido ante Dallas no fue un "Ave María" pero quizás haya tenido incluso un mayor grado de dificultad. Y es que la increíble capacidad que tiene Rodgers para tirar con potencia y precisión corriendo hacia la izquierda de la formación no tiene precedente en la NFL.
Tom Brady jugó por debajo de su nivel ante Houston, y aún así los Patriotas terminaron ganando con cierta comodidad ante los Texanos. El veterano de casi 40 años es quizás el mejor de la historia y aunque tendrá que elevar su nivel notablemente para llegar a sus séptimo Súper Tazón, es evidente que sigue siendo el alma de una ofensiva que aun con la notable ausencia de Rob Gronkowski, se ha mantenido competitiva y peligrosa a lo largo de todo el año.
Finalmente está el caso de los Acereros, que siguen avanzando gracias al increíble nivel de Le'Veon Bell, quien rompió su propia marca de yardas por tierra en Playoffs ante Kansas City. Sin embargo, sería un error menospreciar la presencia y el liderazgo de Ben Roethlisberger, quien le puso hielo a la victoria con un pase perfecto a Antonio Brown, demostrando que su experiencia en Playoffs es invaluable.
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