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Cuestión de tiempo
Mario Castillejos | 21-01-2019
en CANCHA
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Tres partidos suelen ser pocos, aunque para otros, terminan siendo suficientes.

A Pako Ayestarán le dieron las gracias tras perder con América. De hecho, la sentencia se dictó al 51' con el tanto que movió la pizarra electrónica a 3-0. El equipo de Herrera sólo necesitó de 11 tiros, seis con dirección de gol y acertar 294 pases para masacrar al Pachuca.

La huida de Lainez y Cecilio no mermaron las posibilidades. Insaurralde, entrando en el segundo acto, marcó uno y asistió a Henry Martín. América literalmente camina con seis puntos de seis disputados, pero seamos prácticos y desde hoy contabilicemos como ganado el juego pendiente con Necaxa.

Y si el tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar, al argentino Maxi Meza, del Monterrey, le bastó recibir una pelota fuera del área para vestirse de héroe con un impresionante "chut" sin vuelo.

Jugando con un hombre menos durante 30 minutos, los Rayados, no sin antes sufrir, se ordenaron para contener y luego vencer a un Querétaro que sin duda extraña a su ex arquero Volpi. Los recambios le cumplieron Alonso y, cuando esto pasa, cualquier entrenador se presenta a la sala de prensa con las respuestas en la mano.

No sé si tres partidos son pocos o suficientes, pero de todos los jugadores que he visto en el recién nacido 2019, me quedo con el chamaco Carlos Rodríguez.

De quien porta el número 29 en Rayados, puedo decir que sus intervenciones están impregnadas de buen criterio y, en muchos casos, de creatividad. Rara vez lo atropellan los rivales o el vértigo del partido. No sé en qué momento boquea para jalar aire, porque también cumple con las asignaciones defensivas.

De hecho, es uno de los cinco futbolistas con más kilómetros recorridos. Charly juega con naturalidad, es simple y por lo mismo, es genial. Elige bien, se asocia con rapidez y es claro de ideas. Sin ser profundo, añade peligro a las jugadas a tal grado que ya suma tres asistencias. El joven juega "box to box" en el callejón del ocho. Y no veo entre sus compañeros, incluyendo las compras millonarias, a uno que le haga sombra en la posición.

En el duelo entre los poderosos, Caixinha le tiró un nudo a los Tigres que jamás supieron desenredar. El Cruz Azul dio una cátedra poco estética, pero efectiva, de cómo jugar sin la pelota.

Al final, el equipo de Ferretti nos confirmó que la evolución está frenada: mismos remedios-mismos resultados. Porque cuando se le encierran atrás, su futbol se transforma en la primera escena de la galardonada película Roma, donde el agua circula, circula y circula para irse por la coladera.

El futbol se vuelve una historia de despechos. Como en las mejores historias de amor, a veces acaban con alguien gritando: "¡fuera, fuera!", sin importar que minutos, días, meses o años atrás, los ahora dolidos festejaban las victorias y títulos.

PD. El futbol se vive en presente, pero sólo se puede entender en pasado.

Lo escrito, escrito está.

 
Twitter: @castillejos_m
 
 
 
 
 
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