El Mundial en Brasil arrancó distorsionando la historia. Cuando ya se han jugado 32 partidos, paradójicamente los conquistadores se han visto humillados por los conquistados.
De las 13 selecciones que mandó Europa, hoy tres están eliminadas (España, Inglaterra y Bosnia Herzegovina). Otras cuatro (Grecia, Suiza, Rusia y Portugal), aunque ganen, dependen de otro resultado en el último partido de grupos para entrar a los Octavos de Final.
Tres más (Croacia, Italia y Alemania) ganando clasifican y sólo las tres restantes (Francia, Holanda y Bélgica) tienen amarrado un lugar en la siguiente ronda.
Quienes pretendan descifrar los motivos de la sorprendente debacle española o de la acostumbrada desgracia inglesa se toparán con más preguntas que respuestas.
¿Usted se anima a asegurar que fue el calor? ¿La acumulación de partidos? ¿Los viajes?, etc. Pero lo que no podemos pasar por alto, como bien lo destaca el periodista del New York Times Roger Cohen, es que el espectáculo del futbol ha cambiado: "Antes, todos los tachones eran negros, todos los hombres eran blancos. Los shorts eran más cortos, las entradas eran más duras, el balón era más pesado, el futbol era más crudo y había menos teatralidad. El juego tenía su belleza inmaculada, aunque los atletas de hoy sin duda superan a esos jugadores de otra era".
La informática, el internet y accesibilidad a los "gadgets" puntualmente han influido para que un futbolista en Costa Rica, por ejemplo, reciba similar adiestramiento a otro que está en Italia.
Y como Jorge Luis Pinto o Miguel Herrera, también demostraron con sus selecciones saber lo mismo que Fabio Capello y Felipe Scolari. El recordatorio codificado que nos manda el futbol es concluyente: las millonarias tasaciones o estratosféricos sueldos devengados nunca han sido directamente proporcional a la calidad de los futbolistas menos cotizados.
A diferencia del 2010, donde los africanos, no obstante que jugaban en su continente, apenas y colocaron a una selección en Octavos de Final, en Brasil 2014 Costa de Marfil, Nigeria y Ghana tienen razonables posibilidades de avanzar.
Pero alrededor de todas estas sorpresas, hoy a la Selección Mexicana le toca otro histórico llamado a escena.
¿Pasaremos a la siguiente ronda? Apenas 10 días atrás las expectativas del Tricolor tildaban -como apunta Juan Villoro- de la mercancía más barata que hay en nuestro país: la ilusión. Dos partidos después sobran datos frescos para pronosticar un buen resultado mexicano. ¿No cree usted?
PD: En 1984 la revista "Time" predijo lo siguiente: "El comercio en línea no tiene futuro porque a las mujeres les gusta salir y tocar las mercancías con sus manos".
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