El monopolio de la gloria
 
Muchas esperanzas, sorpresas a punto de cuajar, balones al travesaño, ya meritos, no-era-penales y demás, pero al final ahí están los mismos que ya han levantado la copa.

Los germanos acumulan 3 títulos desde 1954 a la fecha y los argentinos, 2, desde 1978.

Antes del inicio del Mundial, para las casas de apuestas ambas naciones eran la segunda y tercera favoritas para llevarse la copa, sólo debajo de Brasil.

¿Son brujos quienes hacen las líneas de los casinos?, ¿tienen bolas de cristal? No, simplemente se basan en un sistema estadístico... tan despreciado en un mundo del futbol que vive en sus prejuicios y falsas creencias.

 
'SOCCERNOMICS'
 
Stefan Szymanski es economista y Simon Kuper, periodista. Se conocieron en Estambul, en el 2007, cuando daban una serie de conferencias como parte del centenario del Fenerbahce.

Ahí se dieron cuenta que coincidían en muchos aspectos de la visión del futbol y decidieron hacer un libro que en español se llamó "¡El Futbol es Así! (Soccernomics)", de la Editorial Empresa Activa, y fue un éxito, sobre todo en Europa.

En esta publicación, Szymanski y Kuper desenmascaran muchas de las falsas creencias que gobiernan al futbol, que con estimaciones al 2009 gasta mil millones de dólares por todo el mundo en contrataciones.

Basados en estadísticas y análisis numéricos, descubrieron que los jugadores rubios en el futbol europeo están sobrevalorados, ya que sólo por su color de cabello suelen llamar la atención de los scouts y hace que se fijen más en ellos.

También, que un nuevo entrenador suele malgastar el dinero en refuerzos tratando de impresionar a la afición y que la suma gastada en fichajes muy pocas veces tiene relación con el éxito deportivo.

Además, que hay nacionalidades que son más "sexys" para los fichajes; aunque no sean mejores jugadores, siempre un holandés o un brasileño ganará más dinero y será más caro por su origen, que un boliviano o un marroquí con más talento.

Y que las estrellas de los mundiales sin mucho cartel previo siempre estarán sobrevaloradas, porque los grandes clubes los codiciarán y elevarán su precio real.

¿Les suena conocido?

En la película "Moneyball", basada en la revolución estadística que Billy Beane implementó como gerente de los Atléticos de Oakland de las Ligas Mayores de beisbol, queda clara la importancia de los números.

En el futbol es diferente, pues el beisbol es el deporte de conjunto que menos se juega en conjunto: la mayor parte de su desarrollo se centra en el duelo del pítcher contra el bateador.

Sin embargo, hay manera de ver tendencias en el soccer, entender lo que pasa y sobre todo por qué pasa.

 
 
EL CONOCIMIENTO
 
Los ingleses inventaron el futbol en 1863 y durante muchas décadas atesoraron el conocimiento y los secretos del deporte.

"Desde el primer encuentro oficial internacional -entre Inglaterra y Escocia, en 1872- hasta, mínimo, la Primera Guerra Mundial, y quizá incluso un tiempo después, Gran Bretaña guardaba el máximo conocimiento técnico de este deporte. Fue el país que exportó ese saber al mundo a través de los entrenadores", afirman Kuper y Szymanski en su libro.

Esta época de liderazgo de nada le sirvió a los ingleses en la escena internacional, pues debido a que ellos creían que por ser los creadores del deporte debían albergar los primeros Mundiales, los boicotearon y se perdieron así lo que debió ser su época de dominancia.

De acuerdo a Kuper y Szymanski, la clave del éxito del futbol de los Países de Europa Occidental desde los primeros años de los Mundiales se debe a lo que ellos llaman "redes".

"Europa occidental tiene un clima templado y lluvioso. Gracias a ello, la tierra es fértil, lo que permite que cientos de millones de personas pueblen un territorio geográfico reducido. Eso crea redes", se lee en "Soccernomics".

La cercanía, el constante intercambio de experiencias y el roce internacional de naciones fue clave en esos primeros años.

 
 
LAS VARIABLES
 
Entonces, ¿cuáles son las condiciones que se deben medir para que un País aspire a crecer en el futbol? Para los autores de "Soccernomics" existen tres variables:
 
1. El tamaño de la población nacional. Entre más personas hay, más posibilidades de dónde escoger talento tienen los scouts y materia primera para los entrenadores.

2. El producto interno bruto de un País. Es decir, de nada sirve que una nación cuente con cientos de millones de personas si la mayoría tiene que trabajar para sobrevivir en lugar de jugar al futbol. La riqueza interna y sobre todo una amplia clase media son clave.

3. La experiencia y el roce en el futbol internacional. Cultura futbolística, pasión por el deporte y posibilidad de enfrentar constantemente rivales de primer nivel.

"Sería injusto esperar, por ejemplo, que Bielorrusia juegue tan bien como un país mucho más grande, con mayor experiencia y riqueza, como por ejemplo Alemania. Es más justo evaluar cuál debería ser el grado de rendimiento de un país dada su experiencia, sus ingresos y su población, y luego comparar con la realidad esa expectativa de rendimiento", aseguran los autores.

"Los países como Bielorrusia o Andorra nunca ganarán un Mundial. Para ellos, la única manera lógica de evaluar el rendimiento es la que se basa en un análisis del grado de eficacia con la que aprovechan sus limitados recursos".

Los países sudamericanos se beneficiaron desde finales del siglo 19 del conocimiento inglés, a través de trabajadores británicos de empresas con intereses por aquellos lugares; posteriormente, desde principios del siglo pasado, muchos de sus jugadores emigraron a Europa y regresaron .

"Es importante desarrollar una cultura futbolística en la que la gente se interese realmente por el deporte y lograr que los jugadores que son vendidos a las grandes ligas vuelvan y aporten sus conocimientos a sus selecciones", explicó recientemente Szymanski en una entrevista al periódico venezolano El Mundo.

En el caso de España e Inglaterra no es que decepcionen cada Mundial, sostienen los autores en "Soccernomics", sino que ése es su verdadero nivel y han tenido picos de rendimiento esporádicos.

"A menudo, los países separados del corazón de Europa -ya sea por existir una gran distancia respecto a ellos, por sufrir mucha pobreza o por tener sus fronteras cerradas durante las dictaduras- rinden por debajo de sus posibilidades en el futbol", aseguran.

Según los autores, el aislamiento de la Madre Patria en la época de la dictadura de Franco rezagó al futbol español de la escena internacional, mientras que los ingleses han sucumbido bajo la falta de un esquema de juego más práctico que emplean las verdaderas potencias europeas.

"¿Realmente España rendía poco?, ¿o quizás es que esperábamos mucho de su selección? Para responder a esta pregunta, primero debemos descubrir cuál debería ser el grado de desarrollo de España dados sus recursos", se lee en el libro.

¿Podrá algún otro país convertirse en potencia mundial y sorprender en el mundo del futbol? No será en Brasil 2014.

Por lo pronto, de acuerdo a las hipótesis de Soccernomics, a México sólo le faltaría una mejor economía interna para que haya más talento disponible para los entrenadores. Dicho de otra manera, ¿cuántos cracks estarán en este momento repartiendo pizzas?

No es nada sencillo, ¿o sí?

 
 
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