Uno nunca sabe lo que va a suceder. Y en materia de futbol, como en muchas facetas de la vida, es hermoso no saberlo. Si el futbol fuera predecible, no valdría la pena aficionarse a él. De hecho, este misterioso espectáculo nunca ha sido, ni será, como a todos nos gustaría que fuese.
¿Quién va a ganar el Clausura 2015? Muchos sospechan que el campeón defensor ligará otro título, pero también señalaban lo mismo de España. Y en el Mundial de Brasil, la que suponíamos era la mejor selección del planeta sucumbió 5-1 contra Holanda y 2-0 con Chile, para después de tres partidos regresar a casa.
¿O quién vaticinó el humillante 7-1 que los alemanes le propinaron a mismísimo "Scratch du Oro" en Belo Horizonte?
Frente a los indescifrables caprichos del futbol, un entrenador como Sergio Bueno, quien arrastraba rendimientos por debajo del 50 por ciento con cinco instituciones diferentes, logró posesionar a sus Jaguares a sólo tres unidades del superlíder pasado, sin contar con alguna rimbombante contratación.
Y aunque el futbol interrumpa la cotidiana realidad, según mis cálculos, el Veracruz, UdeG y Puebla siguen sólo armados para sobrevivir.
Morelia, Pumas, Tijuana, Querétaro, Chiapas, las extintas "Súper Chivas" y hasta el juvenil Santos quedarán plenamente satisfechos si superan los 24 puntos. Y de los ocho equipos restantes, son América, Tigres y Monterrey quienes tienen más posibilidades de ganar esto.
Pero, ¿será el brasileño Rafael Sobis la pieza que faltaba para que Tigres sea el insaciable depredador que no fue con Villa, Hérculez Gómez, Marco Ruben, Emanuel Herrera, Luis García, Edno Cunha y compañía? Además, si no quieren extrañar a Juninho, sólo hay un remedio: ser mejores en ataque que en defensa.
Pero si comparamos el plantel de Ferretti con el de Barra, rápidamente detectamos que los Tigres están mejor balanceados, cuando el Monterrey, por ejemplo, suma hasta ocho jugadores que primariamente juegan como extremos (Barrera, Chará, Chelito, Arellano, Cándido, Neri, Gael Acosta y Pabon).
Y para incrustar dos interiores como lo hace Ferretti con el Gringo Torres, Pizarro, Dueñas, Lugo y ahora Villalpando, los Rayados, aparte de contar con Zavala, tienen que reinventar a Cándido o Neri o Arellano para esa función.
Por otro lado, ¿quién va a cubrir a Mier o Stefan cunado falten? De la golosa ensalada de cambios que Barra ordenó en el amistoso contra América, ¿no era pertinente sólo mostrar esa adecuación?
A favor del Monterrey, los Tigres y el resto de los competidores, de sobra sabemos que no hace falta un equipo perfecto, sino uno que sea práctico. ¿No cree usted?
PD: "El mañana nunca es lo que se supone que es", Bob Dylan.
Lo escrito, escrito está.
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