Pues no hay de otra, señores directivos... a seguir buscando refuerzos en los que se pueda confiar, porque lo que sucedió el domingo realmente fue increíble, al no poder sacar un out que faltaba de la octava entrada. ¡Increíble a nivel profesional, decimos nosotros, pero lo vimos!
A partir de hoy, los Sultanes visitarán a Vaqueros Laguna, que están aferrados al cuarto puesto y además tres juegos arriba del quinto Toros de Tijuana, así que hay que procurar por lo menos una división, porque el tiempo sigue corriendo, ¿eh?
O sea que la brecha entre los primeros cuatro y los últimos cuatro de la Zona Norte se está haciendo más grande, ¡cuidado!, hay que empezar a jugar como si estuvieran ya en Playoffs, "ganar hoy y mañana ya veremos", con miras a acercarse por lo menos al quinto lugar.
Y no está nada fácil, porque Tijuana está cinco juegos y medio arriba de Sultanes, así que o se ponen las pilas... o caminan.
Volviendo a lo del domingo, no nos explicamos cómo es que Jonathan Arias, después de sacar dos facilísimos outs en la octava, se puso "muy fino" y regaló dos bases seguidas, obligando al piloto sultán a jalar por Hassan Pena del calentadero (creemos que para que terminara el juego), ¡pero llenó las bases con otro pasaporte!
Luego siguió el batazo de Hinojosa para darle la vuelta a la pizarra, y siguió la fiesta para el final de 9-5.
Como final de película, vino a relevar por Broncos José Valdez, que Sultanes lo acababa de mandar a Reynosa, quien no sólo sacó los tres outs con facilidad, sino que se dio el lujo de voltear a la caseta sultana y con un gesto burlón, como diciendo: "Ya ven, para qué me corrían".
Vergonzosa desde luego su actitud. Creemos que a nivel profesional, el circuito debe sancionar ese tipo de acciones, porque recuerde que en beisbol se gana y se pierde, señor Valdez.
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