La Liguilla tiene varios extraños...

Sorprendentemente, han ocupado un lugar en la fiesta algunos que no lo tenían presupuestado, aunque lo hicieron tan bien, que nadie los puede mirar ni con mala cara ni por encima del hombro. En un parpadeo, se trepan a las semifinales.

El Puebla del milagro recuerda a aquella Unión de Curtidores setentera que se armaba con lo que podía, pero siempre tenía campañas relevantes. La "Tota" Carbajal repetiría algunos de esos milagros en el Morelia de Nicandro Ortiz un poco más tarde.

El de La Franja, con problemas económicos y bajo presupuesto, ha revivido gracias a un técnico de bajo perfil que no había tenido capítulos luminosos en sus anteriores gestiones en México.

Varios de sus jugadores tenían pendiente una revancha, que sólo ha sido posible gracias a la inesperada resurrección que han tenido en un estadio, que además, no es el suyo.

Once torneos tardó en regresar el Puebla a una Liguilla. Y asistirá a ella con sus primos chiapanecos que tienen números asombrosos con otro técnico renacido: Ricardo La Volpe es general de un ejército al que acusó de no tener la calidad suficiente, pero que terminó el torneo invicto en casa con seis triunfos y dos empates. Notable su manera de jugar, los números conquistados y su posibilidad de dejar fuera a unos Tigres que habrán de cerrar la serie en la selva.

Veracruz, ganando de visita en Morelia, es otro de los invitados no habituales al banquete: jamás en Torneos Cortos se había clasificado de manera consecutiva. Lo hace arañando la octava posición, pero eso no le quita el mérito.

¿Hasta donde podrán seguir haciendo estropicios estos equipos cuando han de enfrentarse a los habituales protagonistas?

Pumas debería ser el favorito con un liderato general merecido y un Clásico contra el América en el que vuelve a salir airoso de situaciones difíciles. Las Águilas, con un déficit importante como local, enfrentará al León que pese a su bipolaridad, terminó en tercero y es temible en su cueva.

Toluca debería merendarse al Puebla y mostrar sus cualidades, pero en una serie final suelen pasar cosas fuera del guión. Ese es precisamente su encanto.

De Cruz Azul y Chivas no es necesario hablar ya. Ni de los dos finalistas del torneo pasado que han partido de vacaciones con dudas sobre su futuro.

La última vez que los Pumas lograron los puntos que acumularon ahora, fueron campeones. Con el mismo técnico que hoy y la misma afición animada y fiel.

¿Se toparán con un aguafiestas? ¿Imperará la maldición del superlíder?

Empieza una semana emocionante. Nuestro futbol, con todo y sus meritorios polizontes, vestirá las mejores galas de su semestre.

 
 
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