Mientras en México se juega el peculiar "futbol de pantalón largo", en Europa se juega en serio el de la cancha.

Acá, la nota de la semana la han ofrecido las Chivas con su elitista proyecto de televisión, que evidentemente atenta contra el origen de este equipo, contra la popularidad que le dio vida y le ha dado una identidad tan especial en el futbol mexicano.

Ahora, con estas "Chivas para los ricos", tan alejadas de sus raíces, se ignora por completo al 90 por ciento de sus seguidores.

Un producto incierto, tanto por el nivel del futbol que se ofrecerá como por la calidad de las transmisiones, pretende ser vendido como un artículo de lujo.

Como si fueran, por ejemplo, partidos de la Champions League o de la Eurocopa.

Porque si de alto nivel futbolístico se trata, en la actual edición del máximo torneo europeo de Selecciones se ha confirmado que es en aquellos lares en donde se juega el mejor futbol posible.

Aunque por supuesto se han producido también algunos partidos muy flojos, e incluso un equipo como el de Portugal se convirtió en semifinalista sin jugar como tal y empatando en sus cinco partidos (durante los 90 minutos de cada uno), con algunas exhibiciones ha quedado plena constancia del elevado nivel del juego que allá se juega.

A ratos brillantes pero al final inconsistentes los belgas, tozudos los galeses, calculadores los portugueses, demoledores los italianos y los alemanes (que hoy decidirán entre ellos quién demuele a quién), pragmáticos los franceses y milagrosos los islandeses.

Futbol en su máxima expresión, jugado en serio.

¿Qué se necesita para que en el balompié mexicano se aspire algún día a jugar ese tipo de futbol en la cancha?

Entre otras cosas, empezar a jugarlo mejor en la mesa.

 
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