Amables aficionados: soy privilegiado. La NFL está cerca de ser centenaria, pero sus momentos de más fama y difusión llevan poco más de medio siglo, desde los años 60. Eso significa que este columnista pudo apreciar en vivo buena parte de las estrellas y momentos mágicos de esta singular Liga.

No pude ver, obviamente, los pases de Sid Luckman o Sammy Baugh, o las corridas de Bronko Nagursky y Jim Thorpe, pero ya me tocó disfrutar del portento llamado Jim Brown, quizá el mejor corredor de todos los tiempos, y los duelos entre los mariscales Otto Graham, de Cleveland, y Bobby Layne, de Detroit, los grandes rivales de los años 50.

Tuve el privilegio de ver por la TV en 1958 el llamado "mejor juego jamás jugado", el duelo entre Baltimore y los Gigantes por el campeonato, primero transmitido nacionalmente en EU y el primero en irse a tiempo extra. Seis jugadores de cada equipo terminaron en el Salón de la Fama.

En los años 60 vino el dominio de Green Bay y sus victorias en los dos primeros Súper Tazones. En los años 70 ya me tocó narrar el dominio Acerero y sus cuatro campeonatos en seis años, así como las hazañas de la original "Cortina de Acero". En los años 80 tocó su turno a los 49's y sus cuatro campeonatos. La distinción de ver la dupla Montana-Rice, quizá la más efectiva de todos los tiempos.

Los años 90 produjeron esa demoledora máquina que fueron los Vaqueros de Dallas. Fue una delicia ver en acción a Troy Aikman, Michael Irvin y Emmitt Smith. Y qué decir de los dos triunfos en Súper Tazón de John Elway en el ocaso de su carrera. Y de los tres campeonatos de Nueva Inglaterra en cuatro temporadas, de la corrida de 100 yardas de James Harrison y el pase de Ben Roethlisberger a Santonio Holmes para ganar el Súper Tazón XLIII; de las dos ofensivas de anotación de los Gigantes para privar a los Patriotas de su temporada perfecta y de ser los máximos ganadores de campeonatos en la historia; de la intercepción de Malcolm Butler, de Patriotas, faltando 26 segundos, cuando Seattle determinó lanzar estando a un paso de la anotación y la victoria, y el retiro victorioso de Peyton Manning la pasada campaña.

Me considero, reitero, altamente privilegiado de haber sido, de alguna manera, parte de esta saga deportiva histórica. Qué bueno que la pudimos transitar juntos. Por ahora, hacemos una pausa.

 
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