"Un país que no puedo olvidar por el cariño, por la atención y por cómo me trataron fue México. Nos trataron maravillosamente, olvidando el futbol".

EDSON ARANTES DO NASCIMENTO "PELÉ"
 
 
 
México 1970, del escepticismo a la euforia
 
Hoy se cumplen 50 años del epílogo del Mundial México 70 con la Final entre Brasil e Italia en el Estadio Azteca. De todo lo que se ha escrito y dicho del certamen, la conclusión es la misma 5 décadas después: ha sido la mejor Copa del Mundo.

Lo increíble es que cuando en 1964, México ganó la sede para organizar el Mundial, los augurios no eran alentadores. Los resultados futbolísticos del balompié nacional a nivel de selección no respaldaban la idea del éxito en el aspecto deportivo y económico en un país que no figuraba en el mapa de los gustos más exigentes, ni de los europeos ni los sudamericanos. Si bien, países de América Latina con una economía y regímenes inestables como Uruguay, Brasil, y Chile habían sido capaces de ser sedes exitosas; la visión de México por sus nulos triunfos en la cancha generaban un escepticismo excesivo.

César Luis Menotti, en su libro "Futbol, deporte, juego y profesión", reconoce que antes de viajar a México, tenía una percepción errónea de su afición: "Yo conocía al pueblo mexicano como frío, desapasionado".

Sin embargo, con el transcurso de los días cambió su óptica: "Me alegró enormemente que con el correr de los partidos Brasil se transformara en el favorito de los mexicanos. Era el local para el aliento, pero no para las exigencias. México no le pedía nada a ese futbol. Lo gozaba, lo vivía", cuenta "El Flaco", quien años después sería técnico campeón del mundo con Argentina en 1978.

Por su parte, "Pelé", quien como jugador del Santos había disputado partidos amistosos contra equipos nacionales, confiesa en su libro autobiográfico que le incomodaban los comentarios en contra de México como sede.

"Yo le tenía mucho respeto al público mexicano, que siempre nos había tratado bien a mí y al Santos. Ni la altitud de muchas de las ciudades en las que se llevarían a cabo los encuentros ni el calor eran un problema para mí, aunque muchos países se mostraron críticos acerca de la decisión de realizar el evento en México", recuerda el brasileño en sus memorias.

En todos los sentidos, México 70 sigue estando por encima de cualquiera de los torneos más recientes con todo y el despliegue de tecnología y las figuras presentes.

Y es que se apreció a Edson Arantes do Nascimento "Pelé" en el punto más alto de su genialidad y condición física a los 29 años, y una Selección Brasileña en el estado más puro de cada una de sus individualidades que se pusieron al servicio del equipo con lo mejor de su técnica.

Y aparte del desfile de grandes estrellas, el público mexicano pudo saborear por vez primera la clasificación del Tricolor a la segunda ronda, y la primera vez también que la afición decidió tomar el monumento del Ángel de la Independencia para celebrar los triunfos del Tricolor.

El 21 de junio, México 70 finalizaba con broche de oro, con una Final entre Brasil e Italia, que era la representación del futbol arte contra la fuerza. Ganó el primero con la magia de "Pelé", y la colaboración de artistas como Roberto Rivelino, Jairzinho, Tostao, Gerson y Carlos Alberto, entre otros para imponerse 4-1.

"Cuando sonó el silbato fue el caos. La gente corría hacia el campo desde todas partes, y en segundos los cazadores de recuerdos nos quitaron las camisetas y hasta los pantalones; yo me aseguré de quitarme la camiseta solo para que mi cabeza no se fuera con ella", evoca con nostalgia.

 
 
Mail: san.cadilla@mural.com
 
Twitter: @SanCadilla