El futbol es un claro reflejo de la realidad de cada país y durante esta pandemia del coronavirus México no ha sido la excepción, pues el regreso de la Liga MX se dará durante uno de los momentos más críticos de la emergencia sanitaria.

A diferencia de las Ligas europeas, en países donde lograron bajar el número de contagiados y fallecidos, éstas regresaron con un protocolo sanitario de calidad, en momentos donde era más seguro hacerlo y tomando las medidas necesarias.

Mientras que en México, la urgencia de que vuelva a rodar el balón es tal, que incluso se realiza un torneo previo al certamen regular, en momentos en que los jugadores aún no están preparados físicamente, donde varios equipos siguen sumando casos positivos de Covid-19 a sus listas y donde los números a nivel nacional son críticos.

No hay argumentos para pensar que el retorno de la Liga MX sea adecuado; el futbol mexicano no regresa porque las condiciones sean las necesarias para que lo haga, sino porque la cantidad de dinero que se pierde mientras el deporte se mantiene en pausa es abismal, pero apresurar este proceso podría terminar en una verdadera catástrofe no sólo para el deporte, sino para el País mismo.

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