Cuando conocí a Jackie siempre me sorprendía cómo, a pesar de las circunstancias que estaba pasando, seguía trabajando duro por sus sueños. Estudiaba y entrenaba, haciendo siempre lo mejor que podía.
Eso me sorprendió de ella.
Con el tiempo nos hicimos novios y desde entonces hemos hecho un equipo que trabaja duro y disfruta lo más que podemos, siempre admirándola y, sobre todo, queriéndola.
Después de cuatro años de novios nos casamos y mi admiración creció ya que viví más de cerca su trabajo, y cada que lograba dar un paso yo sentía que lo daba junto con ella.
Después vinieron nuestras hijas, Frida y Valentina, y esto la hizo más fuerte, como que se transformó en una guerrera, más fuerte, y sus metas ahora eran más enfocadas en superarse cada día más, pero, si tú me preguntas qué es lo que yo amo de ella, entonces puedo decir que es su sencillez y nobleza cómo ser humano.
*Mario Mendoza es entrenador y esposo de Jackie Nava.
|