Hace un año, los Patriots se unieron al exclusivo club de los Steelers como las únicas franquicias que han logrado conquistar seis Lombardis en la historia del Super Bowl y pronostico que este domingo habrá ya tres miembros de tan envidiable círculo.

Es cierto que el hombre más talentoso que jugará este domingo es el chief Patrick Iavon Mahomes II y que con las individualidades de Travis Kelce y Tyreek Hill ponen a sudar a cualquiera, pero si hay un deporte de conjunto en el que si un equipo logra el balance y la cohesión se convierte en verdadera kriptonita para los super hombres es precisamente el futbol americano.

San Francisco, si bien también tiene individualidades que presumir, lo que realmente lleva a la mesa es su grandeza para jugar como verdadero equipo y es por ello que vemos un imparable y variado ataque terrestre que un día le beneficia a Tevin Coleman, otro a Matt Breida y otro a Raheem Mostert; es por ello también que vemos que un George Kittle, que para mí, junto con Kelce, es el mejor TE de la liga, prefirió en aras de la victoria jugar el papel de gran bloqueador en lugar de lucir sus dotes atrapando el ovoide.

Párrafo aparte merece la línea defensiva de los Niners, pues si bien Dee Ford, DeForest Buckner, Arik Armsted y Nick Bosa han sido selección de primera ronda en sus respectivos drafts han priorizado sobre sus individualidades esquemas que han vuelto locos a las líneas ofensivas que enfrentan y llámenme loco o exagerado pero tienen potencial para poder llegar a comandar a una nueva dinastía.

Al día de hoy a la ofensiva los Niners presume ser la segunda mejor de la Liga con un promedio de 30.17 puntos por partido, la segunda por tierra con 154.22 yardas en promedio por juego y la cuarta en tiempo de posesión con 31:50. Su talón de Aquiles, es que es la número 21 en yardas por pase, con 221.33 yardas por juego; sin embargo, me parece que este promedio obedece más bien a no necesitar lanzar tanto que por su falta de capacidad.

Los Chiefs, por su parte, a la defensiva son la número 24 frente al ataque terrestre (123.89) y la 14 frente al ataque aéreo (227.83); sin embargo, sus números a presumir son a la ofensiva siendo la tercera mejor de la liga con un promedio de 29.83 puntos por partido y la cuarta por aire con 283.50 yardas por juego; ahora bien, gran reto tendrán al enfrentar a la segunda mejor defensiva de la liga que sólo permitió un promedio de 279 yardas totales por partido y además su fuerte es precisamente el perímetro aéreo con el colmilludo Richard Sherman y el siempre joven cumplidor Jimmy Ward.

Hay a quienes no les gusta que hable de estadísticas de lo que sucedió durante la temporada, so pretexto de que en estas instancias eso no cuenta; a ellos les digo, que entonces sólo tomemos en cuenta los números de la postemporada y verán que también los californianos presumen a la mejor defensiva.

No me mal entiendan, no estoy proponiendo que Kansas no tenga oportunidad de ganar el Super Bowl; sin embargo, para ello necesitan nulificar el ataque terrestre de los Niners, dejar el partido sólo en manos de Jimmy Garappolo, neutralizar en consecuencia a George Kittle y sobrepasar a una defensiva que hasta el momento, jugando completa, ninguna ofensiva ha podido abollar; recuerden que los últimos partidos de la temporada cuando no fueron los mejores días de la defensiva se debió a varias lesiones que hoy ya no existen.

En conclusión son dos argumentos generales por los que los Niners ganarán el Super Bowl: juegan mejor en equipo y tienen una mucho mejor defensiva.

Por último, no puedo dejar de mencionar por aquí uno de los adagios más populares para los que amamos este deporte: "Las ofensivas ganan los partidos pero las defensivas ganan los campeonatos".

Le seguimos por aquí la próxima semana en mi última columna de la temporada; sin embargo, nos vemos en el Facebook de Cuarta y Gol, la mayor comunidad digital en español sobre NFL.