Después de 66 días de inactividad regresa el futbol de la Bundesliga.
Con seis partidos jugados hoy, durante esta tarde alemana y mañana mexicana (con el Borussia Dortmund vs Schalke 04 como el más atractivo de ellos), deberán o debieron reanudarse esos auténticos quehaceres futboleros que tanta gente extraña como nunca en el mundo entero.
Si el coronavirus no determina otra cosa, con dos partidos mañana y uno el lunes será completada la Jornada 26 de esa Bundesliga, en un torneo que consta de 34.
Quedando por jugarse la jornada que hoy arranca y las ocho restantes, la tabla de posiciones es encabezada -para variar- por el Bayern Munich con sus 55 puntos, seguido por el Dortmund con 51, el RB Leipzig con 50, el Mönchengladbach con 49 y el Leverkusen con 47; por mencionar a los únicos cinco equipos que mantienen vivas, en mayor o menor medida, sus esperanzas de obtener el título.
Bajo esas condiciones numéricas, y siendo más inciertas que nunca las futbolísticas, vuelve a la actividad una de las cuatro mejores Ligas de Europa y el mundo.
Pero vuelve, sobre todo, sometida a cuidadosas restricciones: - Jugar a puerta cerrada, con futbolistas y demás participantes que salgan airosos de la prueba del Covid-19 y sean revisados semanalmente.
- Jugadores y árbitros que solamente en la cancha dejarán de cumplir, inevitablemente, con "la sana distancia".
- Un máximo de 300 personas en el estadio, entre trabajadores del mismo, periodistas, jugadores y cuerpos arbitrales, técnicos y médicos.
- Obligación de usar mascarilla para quienes no estén en la cancha.
- Prohibición de juntarse para la foto, o saludarse de mano, o besar al balón; y algunas otras restricciones evidentemente menos pertinentes o rayando de plano en la exageración.
En realidad, el principal riesgo de incrementar los contagios no estará en las canchas, sino en los traslados hacia y desde las mismas.
A la espera de que dichas restricciones y lineamientos sean respetados al máximo, quedará por verse (ya en la cancha, donde se produce todo lo que le da sustento a este maravilloso espectáculo-negocio) en qué condiciones físicas y futbolísticas regresan los protagonistas de este juego.
Jugadores que durante mucho tiempo entrenaron solos y desde hace unas semanas empezaron a hacerlo más o menos juntos (pero no revueltos), deberán tratar de acercarse poco a poco a su nivel óptimo.
Así, con más incertidumbres que certezas, se reanuda el futbol en la Bundesliga, una Liga de altos vuelos que se desarrolla en una pequeña pero muy importante parte del Planeta.
Otra vez son los alemanes los que en términos balompédicos -como sucede en otros rubros de mayor trascendencia- se encargan de poner el ejemplo, de ubicarse a la vanguardia en tiempos urgidos de señales claramente esperanzadoras... o esperanzadoramente claras.
Así se reanuda el juego, con el ferviente deseo de que esa reanudación se convierta en el preámbulo de la normalización del otro juego, del más importante de todos: el de la vida.
Esperemos que sea pronto.
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