"Ocasionalmente, juego golf con amigos, pero nunca son juegos amistosos".

Ben Hogan, profesional de golf
 
 
La jugadora juvenil Isabella Fierro ha sido reconocida en el mundo golfístico desde muy temprana edad. A los 7 años empezó a figurar en las competencias internacionales por ganar el Callaway Junior World Championship.

A partir de ahí, su habilidad en el campo ha ido mejorando de forma sólida y constante; hoy ya ha competido en casi todos los grandes escenarios para niñas de su edad en tres continentes.

Su habilidad le ha valido estar clasificada en el polo ranking (referente mundial juvenil) como una de las mejores cinco de su edad.

En México, Isabella es ya una de las más destacadas amateurs. El año pasado fue seleccionada para el duro papel de representar al País en el Campeonato Mundial Amateur (Espirito Santo Trophy), jugado en septiembre en Playa del Carmen, y su respuesta al cargo fue con aplomo al terminar en lugar 17 de forma individual.

Su preparación para ganarse este preciado lugar en el equipo fue una meta por alcanzar al iniciar entrenamientos al día siguiente del anuncio de que México sería sede (cuatro años antes).

Una vez seleccionada en equipo se hizo un trabajo adicional para empujar su madurez dentro del campo y se logró un avance que ahora le ha redituado mayores frutos al ganar la semana pasada el Campeonato Nacional de Aficionadas.

El torneo jugado en el Club de Golf Bellavista lo dominó desde el primer día al abrir con un score de 73; la segunda ronda hizo 72 golpes para abrir una ventaja de un golpe sobre Grace St. Germain, de Canadá. El campo del Bellavista se presentó como un gran reto para las jugadoras al estar en condiciones impecables con unos greens muy complicados que se endurecieron cuando las temperaturas por la mañana en el Estado de México congelaron el campo.

Para Isabella, la tercera y cuarta rondas fueron una ratificación de esa madurez al conseguir en la penúltima ronda el score más bajo del torneo (70 golpes) para abrir una ventaja de cinco golpes sobre St. Germain, y en la ronda final un 72 que en apariencia no dice mucho si no conocemos cómo se dio.

Después de iniciar con birdies en el uno y dos, luego tuvo su único error del torneo al fallar tres golpes y encontrar todo tipo de problemas para hacer un siete en un par 3.

La ventaja se le acortó a dos golpes y la presión aumentó, pero ella no se inmutó ante el momento y siguió jugando bajo su estilo hasta el hoyo nueve, donde pegó el fierro del torneo, desde 143 yardas a una bandera muy difícil de llegarle para dejar la bola a un metro y forzar a las rivales a que cometieran errores terminales.

Los nueve hoyos finales sirvieron sólo para ampliar la ventaja del resultado final a siete golpes.

Isabella no es Lorena Ochoa como se pretende pensar en ocasiones; sin embargo, posee atributos similares como los que hicieron grande a Lorena. A sus 16 años sueña con llegar muy lejos en el golf, se mueve por metas claras, y es muy comprometida con el trabajo duro y diario.

Con mucho dolor vi cómo a Álvaro Ortiz se le escurrió de las manos el boleto para jugar en el Masters al perder el desempate en el Latin America Amateur Championship contra Toto Gane, de Chile.

Ortiz no perdió en Panamá, el triunfo le fue negado en el primer hoyo de desempate al momento que su bola entró y salió del mismo. El desempeño de Ortiz fue sensacional, pero el gran premio de ir al Masters tendrá que esperar en año más. ¡Qué dolor!

Hasta el próximo green.

 
 
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