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Historia de dos mundos
José Pablo Coello | 29-01-2017
en CANCHA
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Nueva Inglaterra y Atlanta son, sin duda, los dos más dignos representantes que pudieron haber llegado al Súper Tazón LI.

Los Patriotas fueron claramente mejores a sus rivales en la Conferencia Americana aun habiendo tenido que lidiar con algunas circunstancias adversas, de las que muchos equipos difícilmente se habrían recuperado.

Tom Brady no jugó los primeros cuatro partidos del calendario, la aportación de Rob Gronkowski fue mínima y terminó la campaña en la lista de lesionados, mientras que la defensa tuvo que asimilar la ausencia de Chandler Jones, y más adelante la inesperada salida de Jamie Collins.

Los Halcones, mientras tanto, no sólo mantuvieron un nivel notable durante todo el año, sino que fueron de menos a más, y en los meses de diciembre y enero se convirtieron en una escuadra mucho más equilibrada.

Aunque muchos no les dieron el crédito debido antes de su contundente victoria en el Juego de Campeonato de la Conferencia Nacional, el equipo que dirige Dan Quinn ha dejado muy en claro que es un grupo serio, talentoso y muy bien entrenado.

Ahora bien, la experiencia que estas dos organizaciones viven desde el domingo pasado no podría ser más contrastante.

Para los Patriotas, esto es a lo que todos los integrantes del plantel están acostumbrados.

Evidentemente hay novatos, jóvenes y aquellos que han llegado de otras escuadras para reforzar al equipo, pero tras haber clasificado a postemporada en los últimos ocho años, y habiendo llegado al menos al juego por el Campeonato de la Conferencia Americana en seis calendarios consecutivos, la gran mayoría de los jugadores de Nueva Inglaterra saben perfectamente qué esperar de los días previos a un compromiso de esta naturaleza.

Atlanta, mientras tanto, es un equipo que hace 18 años no llegaba tan lejos y que, además, tiene una larga lista de jugadores muy jóvenes que juegan un rol preponderante.

Aunque Dan Quinn estuvo dos años consecutivos en el Súper Tazón como coordinador defensivo de Seattle, la enorme mayoría de los hombres que tiene a su cargo enfrentan una situación desconocida que puede generar angustia, incertidumbre y nerviosismo.

Desde mi punto de vista, aunque quizás los Halcones son un equipo que pudiera tener más hambre de triunfo por no haber tenido antes esta oportunidad, creo que los años de experiencia y sabiduría de los Patriotas son un activo invaluable que los pone en una posición de privilegio de cara a la larga espera antes del partido del próximo domingo.

 
jpcoello@gmail.com
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