Señoras y señores, no podemos quitarle mérito al éxito del Real Madrid.
Son tres Champions consecutivas en esta época tan competitiva, que tiene equipos tan fuertes económicamente, una Liga inglesa a la alza, clubes con inversiones del Estado o mecenas árabes, rusos, estadounidenses, gente millonaria que ha invertido en planteles como si fueran una sociedad.
Hay que recordar que el Real Madrid es campeón de todas las épocas. Pueden cambiar las formas, el nombre del torneo, incrementar la cantidad de equipos; ha habido épocas con más extranjeros, comunitarios, petrodólares rusos, chinos, cambios económicos, políticos y sociales, pero el Madrid se mantiene y acaba de ganar su decimotercera Champions.
Lo han hecho dos equipos: el Ajax, de Johan Cruyff, y el Bayern Múnich, de Franz Beckenbauer. Tres Champions consecutivas, pero ninguno tiene 13, lo que habla de un aplastante dominio en la competencia más importante del mundo.
Por eso se toma tan a pecho la posición protagónica de Cristiano Ronaldo en la Final, al insinuar que se va del Madrid. Poco después, en los festejos, el portugués rebajó la tensión, pero él quiere renovar con el equipo.
Sabe que Lionel Messi hizo un gran contrato con el Barcelona, que gana 50 millones de euros, que Neymar gana 28 millones, con el PSG, y que él se quedó atorado en 21 y el Madrid le ofreció un contrato que se acercaba a los 35, pero por objetivos, que eran muy complicados: ganar la Champions, la Liga y el título de goleo. Los puede cumplir, pero son difíciles, porque tiene 33 años.
Nadie le puede decir a Cristiano que es un mal jugador, tener 120 goles en la Champions no lo hace cualquiera. Si Alfredo Di Stéfano construyó el Santiago Bernabéu, Cristiano lo ha refundado.
Él siente que el Madrid no lo ha ayudado en el problema fiscal y cree que merece un aumento considerable. Seguramente, el presidente se acercará pronto con él, igual que con Gareth Bale, quien no exige dinero, pero pretende jugar todas las semanas.
Gran problema para Zinedine Zidane, un técnico que ha ganado todo con el Madrid. Hablamos mucho de los jugadores, pero poco de él. Fue un gran futbolista y ha sabido gestionar muy bien el muy difícil vestidor, lleno de egos, del Real Madrid.
Y hoy, hay que reconocerlo, el Madrid está viviendo una gran etapa.
Las palabras de Cristiano en La Cibeles fueron claras: hasta el próximo año. Él quiere seguir y tiene contrato hasta 2020. Él sabe que en el Madrid ha hecho una carrera futbolística brillante, que tiene a un lado a jugadores excelentes y que la afición madridista lo quiere.
El Real Madrid está acostumbrado a tener a los mejores jugadores del mundo y Cristiano es uno de ellos. Habrá tiempo de hablar más de este equipo que dejó en Kiev su marca. ¿Que se lesionó o no se lesionó Mohamed Salah? El Madrid juega sus partidos cuando los debe jugar, y bien.
Ninguno de los clubes europeos ha podido con su dominio, ni el de los equipos españoles.
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