La despedida de la Selección en el Estadio Azteca demostró que el público siempre está ahí.

El llamado a la fe permanece como un sólo guiño, representado por una despedida y al mismo tiempo una esperanza de hacer un gran papel.

Acudimos el sábado a un experiencia emocional en la que tanto el Tri, en lo general, como Rafael Márquez, en lo particular o no particular, se deleitaron al ser vitoreados.

Pero como todo lo emocional es por ello mismo sensible, la respuesta fue idéntica a cuando los feligreses no se sienten correspondidos. Y entonces los aplausos se convirtieron en un abucheo monumental.

No hay duda de la calidad del adversario. Era bajísima. Y pese a conceder al Tricolor por lo menos cinco ocasiones de gol claras, la cuenta mínima en el marcador reanuda las preocupaciones sobre el poder goleador de un equipo que por ahora no lo tiene.

El Estadio Azteca se convirtió en un microcosmos de nuestra naturaleza: nos condensamos fácilmente, nos enojamos al poco rato.

Más allá del análisis que revisa el partido, hay situaciones fáciles de entender.

El equipo tiene varios elementos entre algodones y no puede arriesgar antes de la verdadera batalla del día 17, contra Alemania.

Además que termina de probar lo que el técnico puede aún ensayar de cara al Mundial de Rusia.

No resulta tan casual que Alemania haya perdido otro amistoso ante un rival que no parecía capaz de vencerlo. Como tampoco es habitual que David de Gea haya tenido ese error que le costó el empate a España, otro de los favoritos.

Todo en este momento está sujeto a ajustes. Mientras los alemanes dan a conocer un reglamento interno de alta disciplina, los jugadores ingleses se reúnen con su técnico para tratar de entender cabalmente el funcionamiento del VAR.

Entre tanto, Gerardo Torrado declara a CANCHA asuntos sobre la confianza en el futbolista mexicano y su compromiso individual hacia su técnico y su camiseta.

Mohamed Salah lucha para estar listo con los egipcios y Nicklas Bendtner queda lastimosamente fuera de la convocatoria de Dinamarca.

Todos los participantes están ajustando funcionamiento, normas, convocatorias y maneras de jugar.

La mente está ocupada en muchas cosas y no podemos hacerle tanto caso a la actuación que para bien o para mal están entregando ahora todas las delegaciones en sus partidos de práctica.

Así como ningún pavo muere en la víspera, lo que suceda hasta antes del día 14 es sólo una aproximación que tal vez nada tenga que ver con la realidad.

Pese a los abucheos, decepciones y escepticismos, la batalla no ha comenzado.

En cualquier momento la Selección vuelve a hacerle un guiño a su gente para que vuelva a creer.

 
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