Hoy se juega la Final de la Champions League.
El torneo más importante en el mundo a nivel de clubes, tiene en esta ocasión a dos equipos ingleses dispuestos a pelear por el título en la última instancia.
El Liverpool, ganador cinco veces de ese galardón, en pos del sexto; y el Tottenham en el afán de estrenarse en ese rubro.
Real Madrid con sus 13 títulos encabeza holgadamente la lista de ganadores, con el Milan muy abajo pero en segundo lugar, con sus siete grandes trofeos. Y después, con cinco, están el Liverpool, el Bayern Múnich y el Barcelona.
Es decir, que la escuadra de Jürgen Klopp, que llega como clara favorita a este inesperado enfrentamiento, está ante la magnífica oportunidad de quedarse sola en ese tercer lugar en dicha privilegiada lista.
Duelo inesperado porque al iniciar esta edición 2018-2019 de la Champions League ninguno de estos dos equipos, mucho menos el Tottenham, estaban entre los cuatro o cinco principales favoritos, condición que sí ostentaban, en la teoría, conjuntos como Barcelona, Real Madrid, Juventus, Manchester City o PSG.
En la práctica, estos dos clubes inglesas se ganaron a pulso, con sobrados merecimientos, el derecho a jugar ese último partido al que tantos aspiraban.
Sobre todo por lo que hicieron en Semifinales, tanto el Liverpool como el Tottenham no pueden ser considerados simples advenedizos en esta Final.
Mucho más sorprendente, eso sí, lo del equipo dirigido por Mauricio Pochettino, para el que ya constituía todo un logro haber llegado a los Cuartos de Final. Ya no digamos haber avanzado a las Semifinales para realizar en el partido de vuelta, en cancha del Ajax, toda una hazaña futbolística enmarcada en uno de los mejores partidos que se hayan visto en la historia de esta competencia de élite.
Si lo de Liverpool en su cancha de Anfield, un día antes, ya había elevado sustancialmente el nivel de este torneo, lo del Tottenham lo llevó a su punto más alto, porque en el primer caso se trató de una histórica exhibición de un solo lado, y en el segundo, de un partidazo de ambos lados, de ésos que muy de vez en cuando pueden verse en este maravilloso deporte-espectáculo-negocio llamado FUTBOL.
Después de aquel desfavorable 3-0 de la ida que había estado muy lejos de reflejar lo que sucedió en el Camp Nou, en el de vuelta el Liverpool se encargó de aplastar a un desmadejado Barcelona, confirmando entre otras cosas, como al día siguiente lo hizo el Tottenham, la importancia que en el futbol moderno tiene el renglón físico.
Con dos equipos inigualables en ese aspecto, en este duelo en la cima entre ingleses la diferencia podría estar en la calidad de algunas individualidades, lo que ubica al Liverpool como indudable favorito.
A ver qué dice el Tottenham.
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