Es difícil tratar de pedir calma a la afición después de un inicio titubeante.
Sumado a la dolorosa eliminación del torneo anterior, el título de Rayados y la sensación de que se ocupa reforzar todavía al plantel, ha hecho que, con justa razón, Tigres se encuentre envuelto en muchas dudas.
Este es quizá, el momento de más problemas para Miguel Garza desde que asumió el cargo. El caso de Salcedo, la decisión de no contratar a Loba, prestar nuevamente a Fernández, entre otras cosas, han hecho que más de uno lo haya cuestionado.
A pesar de eso, el presidente de Tigres sigue teniendo una trayectoria que avala sus decisiones y que, aunque se pueda equivocar, no es que de un día a otro haya perdido su capacidad.
Las lesiones de piezas clave, la pésima racha de Valencia sin gol y el bajo rendimiento de jugadores como Vargas y Aquino, han provocado un inicio muy pobre en ofensiva.
Más allá de si llega alguien más, será importante el regreso de Julián Quiñones, quien tiene la capacidad de darle otra imagen a este ataque.
Es la cuarta vez, en los últimos 10 torneos, que Tigres no anota en sus primeros 2 partidos. En los 3 torneos anteriores que sucedió, el equipo llegó a la Final.
Toca confiar en la calidad de este plantel que tiene con qué pelear ambos torneos este semestre.
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