El viernes volvió a pasar y pasa tan seguido que ya nadie lo nota.
Una vez más el espectáculo en el terreno de juego quedó a deber y tuvieron que aparecer los comentaristas y la producción de la transmisión para brindarle un servicio de entretenimiento a los aficionados que claramente Juárez y León no pudieron entregar.
Revisen las principales redes sociales, sus grupos de WhatsApp o revivan alguna conversación futbolera que hayan tenido con respecto a la jornada de viernes por la noche y encontrarán que lo más destacado tiene que ver con la participación de la leyenda Tita, los goles del recuerdo y las ocurrencias del grupo de comentaristas.
En TUDN también nos pasa, de hecho, durante la Copa por México en varios partidos fue más noticia la tribuna virtual que los mismos futbolistas, y qué decir de las múltiples ocasiones en las que reventar al narrador se convierte en algo más divertido que el mismo juego.
Si lo que dicen los futbolistas que juegan fuera cierto, los medios de comunicación y sus comentaristas no tendríamos la necesidad de andar inventando tanto para divertir a su gente.
Nos desgastamos durante años atacando a los dueños, directivos, televisoras y patrocinadores que nos olvidamos que nadie tiene mayor responsabilidad en el éxito o fracaso de un equipo, Selección o Liga que los deportistas.
Afortunadamente, las cosas están cambiando y eso lo noto en el feedback que me llega de los aficionados cada que cuestiono el nivel y sobre todo el profesionalismo del jugador en México.
Pasamos de "tenerle envidia a los jugadores", a ser una pequeña parte del cambio en el futbol mexicano, y lo mejor de todo es que nadie ha impulsado tanto nuestra agenda "vs el jugador" que los mismos jugadores con sus irresponsabilidades.
La profesión del futbolista en México está quebrada, y no me refiero quebrada económicamente, me refiero a quebrada por dentro; hay que reconstruir los valores perdidos o de lo contrario seguirán en picada.
Los comentaristas no somos los únicos en asumir el reflector desperdiciado por el jugador. En las últimas semanas varios partidos han sido acaparados por los árbitros y el VAR, que por más que se equivoquen no recibirían semejante atención si no fuera por la baja calidad de juego.
Ahora resulta que además de pagar cantidades sobre valoradas por los derechos de transmisión, las televisoras también tenemos que mejorarles su show.
Lo bueno es que ya nos dimos cuenta que el área de oportunidad más grande que tiene el futbol mexicano está en sus jugadores.
Twitter: @AldoFariasGzz |