¿Y los gorros, apá?

 
El aterrizaje en Seúl de los cuatro integrantes de la delegación nacional mexicana para los Juegos Olímpicos de Invierno, no estuvo exento de dolores de cabeza.

¿Y cómo no les iba a dar una jaqueca a los atletas nacionales, si a 26 grados bajo cero, era la única delegación ¡sin gorro!?

Resulta que los gorros se mandaron a hacer con un proveedor especializado, y también muy despistado, pues en lugar de enviarlos a Seúl, capital de Corea del Sur, los mandó "bien cerquita" de ahí... nomás a Viena, en Austria...

En la desgracia, nada mejor que una buena amistad. Así que alguien del equipo mexicano convenció a un amistoso esquiador austriaco para que -de pasadita- les llevara los imprescindibles accesorios.

Como siempre, a los connacionales les sobró entusiasmo. Pueden ser pocos, pero salieron bastante ruidosos. Ayer fue izada la bandera mexicana en la Villa Olímpica y el ¡Viva México! se escuchó por todo el valle.

Se inauguró también la plaza de alimentos, y sobresalió la taquería mexicana, con taqueros con sombrero de charro y toda la cosa.

Lo que no brilló mucho -o quizá de más- fueron los uniformes nacionales. Para el gusto de muchos, demasiadas calaveras y diamantitos. Como sacados de la película Coco.

 
 
Les pega la influenza
 
 
En medio de las dudas que hay en Cruz Azul luego de sufrir su primera derrota en este Clausura 2018 el viernes pasado ante Atlas, déjenme les cuento que hay otro mal con el que también debe lidiar Pedro Caixinha.

El técnico de La Máquina no sólo se ha enfocado en poner a punto a sus celestes en la cancha, sino también en cuanto a salud, y no me refiero a lesiones.

Fíjense que desde la semana pasada, más de uno de los integrantes del plantel azul batalla con la influenza estacional, esa que suele pegar con tubo ahorita que hay tanto cambio de temperatura.

Los principales afectados han sido el delantero Felipe Mora y el defensa Julián Velázquez.

Si bien fueron titulares ante los Zorros, Mora abandonó la cancha al 55', pues no se sentía bien, mientras que Velázquez alcanzó a completar el encuentro.

Sin embargo, justamente fue eso lo que terminó por pegarles en su salud, pues los jugadores literalmente se la pasaron en cama el resto del fin de semana y apenas trabajaron en gimnasio el lunes pasado.

Por ello, Caixinha los descartó para el juego de ayer en Puebla por la Copa MX, pues la apuesta es que lleguen lo más cerca del 100 por ciento para el cotejo en casa ante Necaxa, el sábado.

Afortunadamente para La Máquina, la apuesta le salió bien en Puebla y ambas cartas fuertes también podrían jugar ante Alebrijes en el duelo definitvo de Copa.

 
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