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Layún no se rinde
Mario Castillejos | 31-01-2019
en CANCHA
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"Todos nuestros sueños se pueden hacen realidad si tenemos el coraje de perseguirlos".- Walt Disney
 
Miguel Layún hizo historia el 27 de septiembre del 2009 cuando debutó con el Atalanta en un empate 1-1 ante Chievo Verona.

Layún ingresó de cambio al minuto 82 convirtiéndose así en el primer mexicano en jugar con un club de la Serie A de Italia.

Tenía 19 años y un montón de sueños.

Su aventura por Italia apenas fue de cuatro meses con 32 minutos en la cancha.

El cálculo de los expertos en México se había cumplido. ¿Cómo un chamaco poco conocido con apenas 26 partidos para el Veracruz iba a triunfar en Europa?

Claro, Layún es de esos que no escucha consejos y menos cuando van acompañados de un "no".

Todo eso le valió para ser fichado por el América, donde de inicio siguió jugando como novillero de pocas facultades junto a unas Águilas sumergidas en la peor racha de su historia.

Para esos que van a los estadios en busca de culpables, la facha del "güerito" veracruzano resultó ser el blanco perfecto del ridículo colectivo en el que estaba transformado el América.

La prensa capitalina terminó acuñando como epitafio "Todo es culpa es de Layún".

La mofa llegó a tal grado que el jugador se abstuvo de asistir a lugares público por miedo a ser atacado por la afición.

Dicen que Miguel recurrió a ayuda psicológica.

Una cargada social de esta magnitud dejaría a cualquier persona en una especie de limbo inactivo, repleto de resentimiento y resignación hasta bajar los brazos.

La suerte de Miguel parecía estar echada.

El futbol al máximo nivel no era lo suyo. Sin embargo, cuando ese "no" volvió aparece en su presente, Layún lo volvió a ignorar.

Aferrado a manejar su destino, dos torneos después, el América salió campeón en el Clausura 2013, donde él fue quien consiguió el gol del triunfo (tanda de penales) en la Final contra Cruz Azul.

Cuatro meses después marcó cuatro goles al equipo Santos Laguna jugando como centrocampista; el marcador final quedó 1-4. En diciembre de ese año, ya como capitán de las Águilas, alzó el trofeo de campeón del Apertura 2014.

Ya habían pasado cuatro años de aquel fracaso en Italia y las cuentas con las mejores Ligas del mundo estaban pendientes.

En enero del 2015 se anunció su traspaso al Watford FC, donde jugó 20 partidos y marcó un gol.

Los ingleses lo transfieren a Portugal, donde con el Porto jugó 50 partidos, además de un tanto en la Champions.

Luego pasó al Sevilla, donde sumó 16 encuentros y dos goles. En agosto del año pasado lo firmó el Villarreal y con apenas ocho apariciones ayer fue negociado al Club Rayados del Monterrey.

Un día le preguntaron a Babe Ruth cuál fue el secreto de su éxito. El ícono del beisbol contestó: "Simplemente no puedes superar a la persona que no se rinde. Jamás me rendí".

Miguel Layún no es un prodigio con los pies, pero entre sus orejas y su pecho hay un cerebro y un corazón de triunfador que, sin duda, jamás le hace caso a los "no".

PD.- "El que es valiente es libre".- Séneca.

Lo escrito, escrito está.

 
 
Twitter: @castillejos_m
 
 
 
 
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