Mexicanos y estadounidenses se enfrentan mañana, por enésima ocasión, en la Final de la Copa Oro.
Por sexta vez la Selección Mexicana se encuentra con la de Estados Unidos en la última instancia de este torneo -el saldo ha sido favorable (4-1) para las huestes aztecas-; pero a diferencia de alguna de esas ocasiones anteriores, en ésta resulta inobjetable que a la Final llegaron los 2 mejores equipos en esta competencia.
A pesar de sus altibajos, de la inconsistencia en su desempeño y de venir de ofrecer ante el representativo de Haití la más floja de sus 9 actuaciones en la era Martino, es indudable que la escuadra mexicana fue mejor que cada uno de sus 5 adversarios en este "concakafkiano" torneo, por lo que sus merecimientos como finalista son incuestionables.
Y aun más lo son los del conjunto anfitrión, que además ha sabido dibujar una tendencia francamente ascendente en su desempeño, en contraste con unos tricolores que han venido a menos.
Más desgastado el equipo mexicano, pero con un día más de descanso que su adversario, y ante la oportunidad pero también el riesgo que implica el hecho de encarar -por primera vez en este torneo- a un rival verdaderamente capaz de jugarle "al tú por tú" en toda la cancha y en todo momento.
Nada parecido a lo que supuestamente sucederá unas horas antes en los brasileños lares, cuando se juegue la Final del torneo sudamericano mal llamado "Copa América"; entre la Selección de Brasil, que desde antes del arranque de esta justa ya se sabía que llegaría hasta el Final - seguramente para ganarla-, y un conjunto peruano que sorprendió metiéndose a ese lugar "reservado" en teoría para Uruguay, o Colombia, o Chile, o incluso Argentina a pesar de lo mal que juega.
No se ve cómo incremente el tamaño de esta sorpresa la escuadra inca, porque enfrentará a un rival que ya la goleó en la primera fase, que tiene más y mejores argumentos futbolísticos, que juega en su casa... y que cuenta con el arbitraje y el VAR a su servicio para cuando se ofrezca.
Para poner en números las probabilidades de ser campeón, basta decir que para el máximo representativo del futbol brasileño están arriba del 90%. Muy distinto al caso de la Final de esa Copa Oro en la que tantos enseñan el cobre, y que parece presentar un reparto equitativo de probabilidades; quizá un 55-45 favorable para el equipo mexicano, no tanto por lo que ha jugado sino por lo que puede jugar.
Si el futbol desplegado por ambos es similar al de sus más recientes partidos, los estadounidenses estarán más cerca del título; pero si los tricolores lo despliegan como ya se sabe que pueden hacerlo, entonces sus probabilidades de éxito serán mayores.
Es decir, que el título se ve al alcance de cualquiera, a similar distancia para cada uno.
Y ustedes, queridas lectoras y estimados lectores... ¿a quién "le van" y por cuáles equipos apostarían?
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