"Sólo podemos ver poco del futuro, pero lo suficiente para darnos cuenta de que hay mucho qué hacer". Alan Turing (matemático británico)
Una vez eliminados, ¿qué sigue? El Mundial de Rusia 2018 es el domicilio obligado para enfocar los sueños.
Y si para ese entonces no hemos descubierto "la fuente de la eterna juventud", Carlos Salcido habrá rebasado los 38 años, Rafa Márquez los 39, y Oribe Peralta los 34.
El resto del plantel que finalizó décimo en Brasil gozará de la madurez futbolística que otorgan los 30 años. Y por más que propongamos cambios en puestos directivos, el 85 por ciento de quienes podrían representarnos en Rusia ya está jugando en Primera División.
En los últimos días, he escuchado a muchos colegas exigir que más futbolistas mexicanos emigren a Europa, como si eso fuera tan fácil como un "all inclusive" a París.
Pero, para desgracia de esas voces críticas a quienes también les urge echarse unos cursitos en el exterior, sólo les aviso que el problema nunca ha pasado por las ganas de los nuestros por estar allá, sino por el detalle de que allá no fichan a cualquiera.
Sí usted está esperando que en cuatro años talentos equiparables al pícaro Robben, Di María, Lam o Benzema vistan la playera nacional -con todas las ganas de equivocarme- les aviso que eso no sucederá, y menos si Carlos Vela se sigue rehusando.
Hasta donde entiendo, la esperanza nacional por llegar al obsesionante quinto partido hoy gira alrededor de futbolistas como Alan Pulido, que con 23 años suma 24 goles en 100 apariciones de Liga, 11 de Copa, 4 en amistosos con la Mayor, 5 en el clasificatorio olímpico 2012 y 1 en el juvenil de Toulon.
¿Que si Alan es material de exportación? Creo que sí, pero no en un club donde vaya netamente a aprender, sino en una Liga donde vaya a acumular lo más rápido posible esos 200 partidos de alta competencia que lo van a terminar de formar.
Si esto les suena raro, pregúntenle a Efraín Juárez lo que le costó futbolísticamente la inactividad de cobrar en Europa. O al famoso Coronita que sólo acumuló 338 minutos en su primer año en Holanda.
¿Qué tanto aprendió Alan observando en Brasil? ¿Vio jugar al francés Pogba que, con 21 años, es titular indiscutible en la Juve? ¿A los ingleses Welbeck, de 23, y Sturridge, de 24? ¿O a James Rodríguez, de 22?
Si Alan cree que ya puede competir contra éstos, ¿por qué se queja de la competencia en Tigres?
La diferencia, mi buen Alan, es que estos chavos, siendo figuras mundialistas a su corta edad, no se quejan, no mandan mensajes por la prensa y menos traen camionetas con chofer.
PD. El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen. ¿No cree usted?
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